El desarrollo de un país no puede estar a cuestas de un Gobierno

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Foto: El Deber

El colombiano Mauricio Ramírez, coordinador residente de Naciones Unidas en Bolivia, está dedicado a la difusión de los nuevos objetivos de la Agenda 2030 en el programa de desarrollo sostenible. En el marco de esta tarea que incluye las voces de empresarios, jóvenes, academia y Gobierno, visitó Santa Cruz de la Sierra.

Naciones Unidas está con una nueva agenda…

Sí, luego de 15 años de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, Naciones Unidas y todas las naciones, incluyendo Bolivia, llevaron adelante un proceso para escuchar las voces de los empresarios, la academia, los jóvenes, las mujeres y los indígenas. Durante dos años se hizo una nueva agenda hacia el 2030.
Plantean una integración, ¿pero aquí ve un acercamiento entre empresarios y Gobierno?
Vemos un acercamiento en los últimos años que es muy conveniente para todas las partes. Bolivia llevó adelante un proceso económico enriquecedor y productivo importante gracias a la nacionalización de los hidrocarburos, gracias a los ingresos por las materias primas. Hubo un auge y el Gobierno logró implementar acciones que permitieron mejorar las condiciones de la población.

En su criterio, ¿qué rol juega el sector privado?

Un rol muy fundamental en la dinámica de la economía de un país y no se puede pretender que el desarrollo de un país esté a cuestas de un Gobierno. Se requiere la participación de todas las partes, sector público, pero también academia, mujeres y jóvenes. Todos deben llevar adelante acciones concretas o demandar acciones a las autoridades para llevar adelante estas transformaciones.

¿Y qué hace falta?

En la coyuntura actual, cuando vine disminuyendo el rápido crecimiento de la economía, se requiere que el sector empresarial se involucre mucho más en materia de inversión y oportunidades de empleo para la población. Ahí es donde encontramos  diálogo, porque la propuesta para dar empleo a los jóvenes es importante. Ayuda a emanciparse a los jóvenes, capaces de ofrecer alternativas para un mejoramiento en el desarrollo del país.

¿Qué cambia en la nueva Agenda 2030 de NNUU?

La agenda surge desde las necesidades de la población, no es propuesta ni impuesta por nuestra organización, eso es importante. La agenda es muy amplia e integral. Antes, los objetivos de desarrollo del milenio eran sectoriales y tenía que ver con salud, medioambiente  y educación. Hoy, dadas las realidades actuales, el cambio climático, exige que los países tomen medidas integrales para combatir fenómenos como el cambio climatico, pero también la pobreza, desigualdad, exclusiones sociales, exclusiones laborales, la degradación del medioambiente, la conflictividad, la guerra y la migración. Hay fenómenos que se dan en la actualidad que requieren cada vez más una respuesta integral. Entonces, no se pueden atender a través de la política pública. Es más complejo.

Hay nuevos desafíos…

Sí, para integrar la dimensión económica, social y ambiental en el desarrollo. No se trata solo de aspectos económicos, sino cómo hacer inversiones para que respondan a las necesidades. También cómo las personas reconocen la necesidad del medioambiente y evitan la contaminación.

¿Y en el aspecto social?

Se requieren políticas públicas para atender las necesidades de la población más vulnerable, de los pobres. En los 10 últimos años Bolivia redujo la pobreza extrema un 20% y la pobreza general también. Las poblaciones que salen de la pobreza entran a engrosar una franja muy amplia de clase media, pero con alta vulnerabilidad. Entonces, las políticas sociales de reducción de la pobreza y la disminución de desigualdades son fundamentales. Ello se complementa con acciones en educación, salud y protección social.

¿Cuál es el papel del empresario en la nueva agenda?

Naciones Unidas tiene el Pacto Global, un acuerdo con  el sector empresarial en el que los inversionistas se comprometen a llevar acciones en la dirección de la protección de derechos humanos, laborales, medioambiente y lucha contra la corrupción. El objetivo es no afectar los derechos humanos y en el derecho laboral que haya oportunidades de empleo para jóvenes, mujeres, personas con capacidades diferentes. Asimismo, los empresarios se comprometen a cuidar el medioambiente, utilizar los recursos naturales de manera sostenible y no contaminar.