Empresa china destruye 6.8 has de bosque
Desatado el escándalo de la empresa china CAM-C por el que acabó detenida la lobista Gabriela Zapata, nuevas figuras penales han sido apuntadas atribuyendo irregularidades que cometen empresas chinas en Bolivia. Apenas comenzar el nuevo año, Sinohydro ha sido flagrada después de desmontar 6,8 hectáreas de bosques a orillas del río Surutú, en Santa Fe, provincia Ichilo, a 136 kilómetros de Santa Cruz sobre la carretera a Cochabamba.
Según la Ley Forestal, no puede haber desmonte a menos de 100 metros de las cuencas; sin embargo, se constató que el área talada está a menos de 30 metros del río. Sinohydro tiene adjudicada la construcción de la carretera doble vía Montero – Yapacaní, y realizó el desmonte para instalar allí una planta de tratamiento de áridos y una fábrica de alquitrán, para construir la carretera. El hecho ha desatado la ira de los ecologistas. Tampoco ha podido abstraerse responsabilidad a la Administradora Boliviana de Carreteras ABC.
Pero además, el alcalde del municipio de San Carlos, ha manifestado que es muy probable que Sinohydro obtuviera permiso de la Autoridad de Bosques y Tierras ABT para talar esa extensión de bosque. Empero, los encargados de esas oficinas indicaron que la deforestación se produjo sin autorización y que por lo tanto se debería aplicar una sanción a la empresa china. Las investigaciones a cargo del Ministerio Público indicaron que el desmonte se produjo entre el 15 y 18 de diciembre, como si esta revelación allanará las consecuencias del origen del crimen forestal y subsanara la responsabilidad de los culpables.
Autorización en entredicho. Por ahora todos los presuntos involucrados pretenden lavarse las manos. La ABC, por ejemplo, ha dicho que no tenía conocimiento de este hecho, pero al realizar las averiguaciones informaron que la empresa CPS Belmonte, que supervisa la construcción de la carretera, confirmó que Sinohydro sí tenía autorización de la ABT. “La empresa supervisora nos indica que tiene conocimiento de que la empresa recabó autorización de la ABT”, dijeron.
El diario El Deber que se ha encargado de informar ampliamente sobre este caso, intentó obtener más datos sin resultados favorables. La ABT en su defensa señaló que tuvo conocimiento del hecho a través de las denuncias de los vecinos de la zona. El peligro es que el desmonte lave la orilla y se produzcan inundaciones como en 2005 cuando un complejo turístico fue barrido por el turbión de las aguas del rio Surutú.
Hasta el cierre de la presente edición el caso no tenía visos de solución mientras que la oposición abrió proceso contra la compañía china y ABT y ABC por considerar que son responsables de este nuevo desastre ecológico. Por el momento circulan varias versiones. Una de ellas inaceptable. Ejecutivos de la ABC indicaron que sus fiscales controlan estrictamente que la carretera sea construida conforme a planos y especificaciones técnicas. En cuestión de provisiones de materiales, la empresa tiene la obligación de correr con los trámites para conseguir los permisos necesarios y para eso están los organismos indicados; si ha hecho un desmonte, sería la ABT”. Otro funcionario admitió un error al “apuro por trabajar”.
Las consecuencias. El Deber, informó que se talaron especies como serebó, penoco, trompillo, sauce, laurel y pacay. Dijo también que allí habitaban urinas, jochis, tatús y aves como el serere curichero. “El bosque talado cumplía la función de protección natural de las riberas del río Surutú; tardó más de 20 años en regenerarse luego de que el propio río se llevara el anterior”, explicó un funcionario del municipio de San Carlos. En el lugar había árboles de entre 20 y 30 metros de altura, como se evidencia por el bosque de los alrededores y los troncos talados que están en el suelo.