Privatización de puertos vulneró Tratado de 1904
La privatización de los puertos de Arica y Antofagasta fue el inicio de los problemas portuarios que enfrentó el país a partir de esa decisión asumida por Chile en la década pasada (2005), agravando su condición de nación mediterránea, tras la invasión del vecino país al Litoral boliviano en 1809. En este sentido, el excanciller Juan Ignacio Siles (2004) y el actual vicecanciller de Relaciones Exteriores, Juan Carlos Alurralde, expresaron criterios coincidentes al respeto.
PROTESTA
En 2004, el Gobierno boliviano, presidido por Carlos Mesa, anunció una “protesta formal”, por la privatización inconsulta de los puertos chilenos de Antofagasta y Arica, cuyos cambios de administración debían ser, en su criterio, consultados a ellos en cumplimiento del Tratado Binacional de 1904, dijo entonces El Mercurio de Chile, en su edición del 27 de enero de ese año.
“Vamos a protestar” dijo el canciller boliviano, Juan Ignacio Siles, en una rueda de prensa ofrecida después de participar en la segunda reunión de la Junta de Asesoramiento Estratégico, conformada por excancilleres, y que estuvo dirigida por el presidente Mesa.
PREOCUPACIÓN
Siles declaró que el Gobierno boliviano veía con preocupación la privatización ya concedida del puerto de Antofagasta y la de la terminal de Arica, para lo cual se lanzó una convocatoria en ese momento.
En mayo de 2015, el viceministro de Relaciones Exteriores, Juan Carlos Alurralde, afirmó que Bolivia, a partir de la privatización, ha ingresado “en la peor etapa de su historia”, según reprodujo el portal Mar para Bolivia, en su edición del 23 de mayo de ese año.
PARO ADUANERO
En esa oportunidad, unos 500 camiones bolivianos estaban varados en las proximidades de los puertos chilenos, debido a un paro de funcionarios aduaneros y de las terminales portuarias. “Dentro de las responsabilidades que Chile asumió en el Tratado de 1904 estaba la de garantizar el más amplio y libre tránsito (para Bolivia) por todos los puertos de Chile, esa era su responsabilidad, y era estatal”, dijo Alurralde, quien sostuvo además que Chile eludió su responsabilidad al transferir a manos privadas los puertos del Pacífico, tal y como había asumido en 1904 con el Tratado.
OPERADOR PORTUARIO
Julio Ramos, personero de la empresa operadora, Transitmar, expresó que los problemas con los costos y la logística para el comercio exterior boliviano comenzó con la privatización los puertos chilenos.
PUERTO NATURAL
En opinión del economista Daniel Agramont, “si bien Arica es el puerto natural de Bolivia, la privatización contra la que tanto reclama Bolivia es contraria al régimen de libre tránsito que establece el Tratado de 1904”.
CONCESIÓN
Agramont señaló que Chile entregó por 30 años la administración de los puertos a un administrador monopólico y que obligaba a invertir en los servicios, lo que resulta que los recursos ejecutados son marginales o insuficientes para el volumen de la carga boliviana. Agramont dijo que, a la par de las mejoras que debe exigir el Gobierno, es necesario buscar otras alternativas de acceso al océano Pacífico en el sur del Perú.
FLETES Y TARIFAS
Ramos, quien dirige la operadora de servicios en los puertos de Arica y Antofagasta, dijo que no es del todo verdad que los costos solo habrían subido recientemente 10,72% en promedio en Arica, sino que desde la privatización, subieron las tasas, aunque no precisó en qué proporción.
TRATO DISCRIMINATORIO
Ramos indicó que “en Antofagasta existe trato discriminatorio para los minerales bolivianos y se dan preferencias en el mismo puerto a la exportación del cobre chileno”. “Hay una sola zona de atraque, por lo que la carga boliviana debe esperar dada la preferencia al sus connacionales”, manifestó. El cobre tiene el doble de valor en su cotización, respecto del zinc, precisó Ramos. Anualmente pasan por Antofagasta alrededor de 300.000 toneladas de minerales bolivianos.