Traducen la CPE al aimara, quechua y guaraní
El Órgano Electoral promovió la traducción de la Constitución Política al aimara, quechua y guaraní para profundizar la democracia y como preámbulo al Año Internacional de las Lenguas Indígenas que se celebrará en 2019. El Tribunal Supremo Electoral (TSE) informó este lunes en un comunicado sobre esta iniciativa, que se llevó a cabo con apoyo de la Fundación Konrad Adenauer y que se complementará con talleres en las nueve regiones del país para presentar y distribuir ejemplares de la Carta Magna en esos tres idiomas indígenas.
“El 2019 es el año internacional de la diversidad lingüística y es en este marco que estamos haciendo la difusión de la Constitución Política del Estado en nuestros tres idiomas, además de trabajar para incentivar la lectura y escritura de nuestros pueblos en nuestros idiomas“, explicó la vocal María Eugenia Choque.
Los talleres, en los que también se repasarán los avances de la democracia intercultural, comenzarán este martes en Chuquisaca (sureste) y se extenderán hasta el próximo 12 de abril. En cada presentación se prevé distribuir más de un centenar ejemplares de la Constitución en el idioma originario correspondiente a la región, señaló el TSE.
Choque, que es la encargada de coordinar estos eventos, anunció que está previsto hacer traducciones la Ley del Régimen Electoral y la Ley del Órgano Electoral Plurinacional y a futuro se tendrá en cuenta a otras lenguas originarias reconocidas en la Constitución para iniciativas similares.
La Carta Magna promulgada en 2009 por el presidente Evo Morales reconoce como oficiales al castellano y a las lenguas de los 36 pueblos indígenas identificados en Bolivia. Los pueblos indígenas con mayor presencia en Bolivia son los quechuas (1.281.116 personas) y aimaras (1.191.352), según datos del censo de población y vivienda realizado en 2012.
La vocal Choque lamentó que en el país estén desapareciendo algunos idiomas originarios por diversas causas, entre ellas la migración de indígenas y campesinos a las ciudades, donde no se fortalece el idioma natural de las personas, indica el comunicado. Choque citó como ejemplo al pueblo de Uru Hito, en el altiplano boliviano, donde son pocos los habitantes que aún hablan el idioma originario del lugar.
Remarcó la importancia de la difusión de las lenguas originarias y que los habitantes de los pueblos indígenas conozcan la Constitución en su idioma para un mejor y mayor conocimiento de las normas y procedimientos electorales. También resaltó la necesidad de que la Carta Magna se traduzca a los 36 idiomas reconocidos en esta norma, porque “perder la identidad de los pueblos es perder la esencia de los pueblos indígenas originarios campesinos”.