Añez está manejando la pandemia con fines electorales

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Foto: Infobae

Evo Morales concedió en días pasados una entrevista al Subeditor de Internacionales del Diario Perfil, Leandro Dario, en Buenos Aires, Argentina, donde radica hace aproximadamente tres meses. El expresidente dice que “la pandemia nos mata de enfermedad y la dictadura nos mata de hambre”. Evo hace mal en convertirse en el salvador de Bolivia lejos de Bolivia. Mucho de lo que pasa o una buena parte de la crisis poselectoral de octubre que se prolongó por el coronavirus, va a su cuenta.

El jefe del MAS y de las seis federaciones de la coca del Chapare renunció después de 14 años en el Gobierno luego de las denuncias de fraude electoral y una movilización de 21 que concluyó su mandato. Hay quienes aseguran que no debió renunciar, aunque el expresidente justificó que si no lo hacía correría un baño de sangre. Dos días después de su huida murieron 30 personas en movilizaciones en Senkata y Sacaba. Nadie hasta ahora se ha hecho responsable por esas muertes. El Ejército, movilizado en las calles durante la crisis poselectoral, ha señalado que no disparó una sola bala. Que las muertes fueron provocadas por los mismos manifestantes, versión poco creíble.

Morales lleva una vida cómoda en la Argentina. El periodista Leandro Dario afirma en la entrevista que el expresidente se despierta a las cinco de la mañana, trota media hora en la cinta y, luego, habla con dirigentes del Movimiento Al Socialismo (MAS). “El coronavirus y el Gobierno de Bolivia destrozaron la economía”, afirmó el ex jefe del Estado.

¿Hay más muertos y contagiados de lo que las autoridades de su país informan? –

Lamentablemente no hay verdad sobre los datos de contagiados y muertos por coronavirus en Bolivia. Durante la cuarentena debiera haber equipado el sistema de salud, tener más equipos para laboratorios y nuevos hospitales. No hicieron absolutamente nada. Bolivia es el país con menos testeos de toda América Latina. No son datos confiables los que informa el gobierno de facto de Bolivia.

¿Cómo evalúa lo que está haciendo Jeanine Añez para enfrentar la pandemia?

Está manejando la pandemia con fines netamente electorales. Añez tenía que renunciar a la candidatura a la presidencia justamente para ayudar al candidato de Estados Unidos, que es Carlos Mesa. Fracasaron. Intentaron elecciones. También fracasaron. Añez es candidata repartiendo bonos, pero sin equipar hospitales. El pueblo se da cuenta. Ahora aparecen más muertos y más contagiados. Además de eso, hay toda una represión. Al pueblo solidario lo detienen. Detuvieron a Patricia Arce, nuestra alcaldesa del municipio de Vinto, que estaba haciendo trabajo social para que la gente aguante la cuarentena. La semana pasada a compañeros del trópico que llevaban frutas a la gente humilde del interior del país. Le dictaron arrestos domiciliarios pero no los trasladan de Sucre al Trópico y están ahí abandonados. Pese al uso electoral de esta cuarentena, igual no le está yendo bien al gobierno de facto.

¿Cuándo habrá elecciones en Bolivia?

El pueblo está pidiendo elecciones. Como estaban definidas para el 3 de mayo, la Asamblea Plurinacional tiene que fijar una nueva fecha. Están debatiendo eso. Estoy seguro de que la Asamblea va a dar un ultimátum para que haya elecciones nacionales.

Si Añez lo llamara y le pidiera una reunión para que en Bolivia haya unidad nacional frente a la pandemia, ¿usted iría?

Yo hace dos meses planteé un encuentro nacional antes de la pandemia. En ese encuentro quería un acuerdo para evitar estas confrontaciones en las calles. Lamentablemente, la derecha boliviana y Estados Unidos organizaron grupos para quemar casas de la gente pobre, nuestros militantes y dirigentes sindicales. Tiene que acabarse esa enemistad. Somos hermanos y hermanas en nuestra querida Bolivia. Cuando lo propuse, la derecha golpista lo rechazó.

¿Qué responde a las quejas del gobierno de Añez por sus manifestaciones públicas?

Pregunté aquí a las autoridades del gobierno de Alberto Fernández cuáles son mis responsabilidades como refugiado. Me dijeron que yo no puedo hablar sobre temas políticos de la Argentina. Sobre Bolivia y sobre el mundo tengo todo el derecho de comentar, de explicar. Cumplo con estas recomendaciones que son parte de las normas internacionales.

¿Alguien del gobierno de Alberto Fernández le pidió que baje el tono?

No, no tengo ninguna observación o comunicación sobre ese tema. Tuve hasta ahora dos reuniones con el presidente Fernández, es un hermano, un presidente muy solidario, al que he conocido mucho antes.

¿Cómo es su cuarentena en Buenos Aires?

Soy disciplinado. Llevo cinco semanas sin dar ni medio paso de mi puerta hacia la calle. A las 5 de la mañana hago ejercicio, esta mañana troté media hora en la cinta. Después a las 17 hago ejercicios otra vez. Doy entrevistas, estoy escribiendo un libro. Y comunicándome permanentemente con los compañeros del Trópico de Cochabamba, con mi candidato Lucho Arce, con los movimientos sindicales, con los dirigentes del MAS, coordinando para garantizar la cuarentena, pero también esperando que la reacción del gobierno sea dar más equipamientos. Ayer murió un policía que no tenía equipos de bioseguridad. Anteayer, una niña se ha suicidado por sufrir hambre. Sugerí que los barrios humildes hagan ollas populares con las Fuerzas Armadas, con la policía, con los trabajadores del estado. Lamentablemente, Bolivia es el único país del mundo donde se combate la pandemia con tanques de guerra, fusiles, gases, con detenciones y persecuciones. Hay una persecución política permanente.

En Argentina hay polémica con respecto a la posible llegada de médicos cubanos para enfrentar la pandemia. ¿Cómo mira usted la asistencia de los médicos cubanos?

Yo no puedo comentar sobre los médicos cubanos. Antes de ser presidente me reuní con Fidel Castro y Hugo Chávez en La Habana, Cuba. Entre varios temas que debatían Fidel decía Hugo, hermano, vamos a operar gratuitamente en América Latina a 100 mil personas que tienen problemas de la vista. Yo escuchando a Fidel dije está loco. En Bolivia una operación promedio de la vista salía 1000 dólares. Cuando llegué al gobierno firmamos un acuerdo de solidaridad con Cuba. Hasta el año pasado se han hecho en Bolivia 727.138 cirugías oftalmológicas gratuitas. ¿Cuánta plata nos ahorró la Misión Milagro de Cuba? Lo que quiero que sepas es que esta cooperación es totalmente incondicional. A cambio nunca nos han pedido privatizar nuestros recursos naturales, ser dueños de empresas, o privatizar los servicios básicos. Esa es la profunda diferencia de cooperación de Cuba con respecto a Estados Unidos y algunos países europeos.