Candidatos de derecha y campesinos agricultores

Por Redacción dat0s
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maría galindo
Foto: EFE

Una historia recomendada para los equipos de las campañas de Tuto y Samuel.

Un exministro del expresidente Mesa (Roberto Barbery Anaya) se hacía ayer varias peguntas desfigurado casi al borde del llanto recordando los 20 años del MAS y se preguntaba si habrá lugar a una segunda vuelta, después de que este partido gobernó la política boliviana con un hegemonismo secante y duro persiguiendo a sus enemigos políticos y a sus adversarios de la prensa debilitada y sacudida en sus solapas por los impuestos  internos; hasta aquel 2019 cuando Morales al percibir que los votos se inclinaban a una segunda vuelta decidió paralizar el conteo y lanzarse a una aventura que ha llevado al MAS al borde de la desintegración.

Es probable que el ex dignatario de Estado (Barbery) tenga sus miedos y los exprese de manera tan particular lo que no viene al caso por la situación que vive Bolivia; la desgarradora crisis económica que ha tocado la puerta de millones de hogares que no han salido de la pobreza como se pregona desde el poder del MAS fabricando cifras con entusiasmo casi delincuencial. Se tejieron amarres y confabulaciones ruidosas en las instituciones públicas para servirse de ellas y hacer creer sumas y restas que de tanto saltar se han vuelto inconsistentes.

Sin adjudicar un lugar a ganador para las elecciones del domingo (ya que no lo hay claramente), vale la pena hacer un comentario que quizá les sirva a todos por igual.

Campesinos agricultores y María Galindo

Envalentonada como es, María Galindo se metió a las oficinas de Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (EMAPA) con su camarógrafo que se daba formas de seguirla de un lugar a otro en las enormes oficinas de esta institución mafiosa, del tamaño similar a la de una cancha de fútbol, allí fue dando y recibiendo tumbo tras tumbo exigiendo la presencia del gerente Franklin Flores al que pedía a gritos que baje del cielo. Como este ángel divino que ha sido autor de las más grandes fechorías no bajaba del cielo porque lo encubrían sus funcionarios terrenales, comenzó a entrar ambiente por ambiente, sin que nadie pueda detenerla hasta que al final apareció una marionetita desfigurada que dio la cara.

La María Galindo no paraba de insultar a todos los angelicales funcionarios de esta dependencia mafiosa acompañada de un campesino agricultor de 21 años que había entregado 30.000 kilos de papa cultivada con gran esfuerzo por la comunidad donde vive en los valles paceños de Sapaqui. A tal extremo le hervía la sangre a la Galindo porque no se le paga al joven desde el mes de enero.

El caso es patético de cómo EMAPA se ha convertido en una repartición de engaño y extorsión a los propios agricultores a los que además de pagarles una miseria comparados con los salarios de los burócratas a los que la Galindo iba preguntando cuánto gana Ud. y Ud. y hacía sumas que en dos quinas superaban el precio de los 30.000 kilos de papa.

Es así como se ha tratado en estos años del “proceso de cambio” a los campesinos agricultores que según dicen los analistas del panel de UNITEL podrían volver a votar por uno de sus candidatos que aún quedan del MAS. Pero después de haber presenciado estas escenas no creo que ningún campesino conscientemente quiera saber de un Franklin Flores que se escuda en sus turbias maniobras y no quiere bajar del cielo porque sabe que de hacerlo le van a cortar las bolas. Nadie quiere gente de esta laya, nunca más en alguna de las reparticiones públicas.

La Galindo no abandonó las oficinas de EMAPA hasta recibir un comprobante de la orden de la cancelación total de la deuda por la que casi linchan a este joven en su comunidad que sintió que les había robado y se había quedado con todo el dinero que no alcanza ni los 20.000 bs. (A dos sueldos de los burócratas de esas oficinas).

 


"La realidad no ha desaparecido, se ha convertido en un reflejo"

Jianwei Xun
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