La Paz, 18 ago (EFE).- El candidato presidencial opositor boliviano Juan del Granado, exaliado del presidente Evo Morales, afirmó hoy que el Gobierno del mandatario se estancó en el “autoritarismo y el despilfarro” y que “nunca más” pactará con él.
En una rueda de prensa con medios internacionales, Del Granado afirmó que su Movimiento Sin Miedo (MSM) hace ocho años y medio apoyó “lo que debió ser un proceso de profunda y positiva transformación democrática en el país”, pero que no se concretó.
“Este Gobierno está estancado en el autoritarismo, en el despilfarro de nuestros recursos, en el sometimiento de los poderes públicos y especialmente de la Justicia y, sin duda, también en la corrupción”, dijo Del Granado, abogado de profesión.
No obstante, precisó que antes de la gestión de Morales, que comenzó en 2006, Bolivia no estaba mejor porque vivía en un sistema “partidocrático distante de la comunidad”, un modelo económico que empobreció más al país y también “habían rasgos visiblemente autoritarios y la corrupción era parte de la vida cotidiana de los poderes públicos”.
Del Granado fue el alcalde de La Paz entre 1999 y 2010 y debido a una reconocida gestión, su partido fue reelegido para otro período al frente del municipio, ahora con Luis Revilla como regidor.
En su historial destaca el haber sido el abogado defensor de los derechos humanos que propició la sentencia de 30 años de prisión contra el exdictador militar Luis García Mesa, acusado de cometer varios delitos durante su corta gestión, entre 1980 y 1981.
Del Granado y Morales disolvieron su alianza en 2010, una ruptura que, según dijo este lunes el candidato, se produjo en el contexto de un proceso que tuvo varios momentos críticos antes de llegar a la división.
El exalcalde explicó que cometió el error de no hacer públicas sus críticas al Gobierno antes de la ruptura, un proceso que comenzó cuando Morales le pidió que deshiciera el MSM para integrase al gubernamental Movimiento Al Socialismo (MAS).
“Con el MAS, nunca más”, espetó Del Granado, tras ser consultado sobre a quien respaldaría eventualmente si no fuera candidato.
Entre sus propuestas, destacó “la construcción de una Bolivia efectivamente productiva” mediante una alianza entre el Estado y todos los productores y empresarios.
También destacó la construcción “de un proceso de desarrollo humano integral” doblando los presupuestos en salud, educación y seguridad ciudadana y de una “Bolivia autonómica” con una triplicación de recursos asignados a gobernaciones y municipios.
Una cuarta propuesta es la “construcción democrática institucional” para enfrentar lo que consideró “la visión autoritaria que achica los espacios democráticos, que está subordinando los poderes públicos”.
En ese sentido, Del Granado planteó una “amnistía general para todos quienes sufren persecución política del Gobierno” y un proceso para alentar la unidad de los pueblos indígenas con los mestizos que, a su juicio, están ahora confrontados.
En la última encuesta publicada por la prensa, el candidato aparece en un tercer lugar con un 4 % de apoyo, precedido por el también opositor y empresario Samuel Doria Medina (15 %) y Morales (52 %).
Del Granado reconoció que las encuestas difundidas en los medios no le son favorables, pero añadió que su partido hace sondeos propios en las concentraciones callejeras y que en éstos recibe un respaldo superior al 20 %.
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