¿Por qué Trump lidera las encuestas del P. Republicano?

0
203
Foto: AFP

«Desde México están trayendo drogas. Están trayendo crimen. Son violadores. Y algunos, supongo que son buenas personas». A pesar de estas polémicas declaraciones que han copado las portadas de la prensa internacional desde hace semanas, Donald Trump ha conseguido erigirse como el favorito para los votantes del Partido Republicano de Estados Unidos.

La última encuesta a escala nacional llevada a cabo por «CNN» indica que sólo el 30% de los votantes registrados de ambos partidos se siente representado con la administración liberal de Obama, mientras que un40% se declara no conforme con las políticas de Washington.

Teniendo en cuenta este escenario de descontento con el Gobierno federal, un candidato presidencial atípico y polémico como Donald Trump ha conseguido canalizar el malestar republicano. Un 24% de votantes del Great Old Party (el Gran y Antiguo Partido Republicano, en sus siglas en inglés) apoya al polémico empresario, muy por delante del 13% que prefiere al segundo hijo de George H.W. Bush que busca alcanzar la Casa Blanca, Jeb Bush.

Entre los votantes republicanos, partidarios de un gobierno minimalista y del libre mercado, la cuestión más importante a la hora de votar a su candidato es su postura en materia económica. «Make America Great Again!» (convertir a EE.UU. en un gran país otra vez) es el lema de campaña de Trump que genera confianza en su electorado por su éxito personal en los negocios, que lo hizo millonario y según «CNN» le granjea el apoyo mayoritario de su electorado.

Las polémicas declaraciones sobre inmigrantes y México no han hecho daño al multimillonario neoyorquino. Todo lo contrario. Le han ayudado a convertirse en el ansiado político atípico que va a cambiar cómo se hacen las cosas en Washington, cerrando las fronteras a inmigrantes y agilizando el camino al crecimiento económico.

Según «The New York Times», los candidatos polémicos son la fórmula mágica del Partido Republicano. Por eso ganó Bush y perdió McCain, y por ello esperan repetir la jugada, aunque muy arriesgada esta vez.