El científico británico Stephen Hawking respaldó públicamente el suicidio asistido para las personas que sufren de enfermedades terminales.
En entrevista con la BBC, Hawking se preguntó que si “nosotros no dejamos a los animales sufrir, ¿por qué sí a los (seres) humanos?”.
El afamado cosmólogo, que sufre la enfermedad de la neurona motora desde los 21 años, no había sido tan proclive a esta idea en el pasado, confiando en que “siempre hay esperanza”.
Pero enfatizó que debe haber límites para prevenir el abuso de este tipo de acciones.
Hawking estuvo un tiempo conectado a un respirador artificial para mantenerlo vivo y su esposa fue consultada sobre la posibilidad de desconectarlo.
Cuando se le preguntó si se debe exculpar y no procesar legalmente a los familiares de las personas que desean morir, Hawking respondió que “sí”.
Pero agrego que se debe garantizar “que las personas deseen genuinamente terminar con su vida y que no son presionadas para hacerlo o lo hacen sin tener el conocimiento o son conscientes como hubiera sido en mi caso”.
A sus 71 años, el profesor Hawking es uno de los científicos más famosos del mundo.
Además de sus logros académicos, el profesor aprendió a adaptarse a su nueva vida luego de ser diagnosticado con la enfermedad, cuando le dieron nada más dos años de vida tras casarse con su primera esposa, Jane, en 1964.
Sólo 5% de las personas con su misma condición, conocida como esclerosis lateral amiotrófica o la enfermedad de Lou Gehris, logran sobrevivir más de una década después del diagnóstico.