Tras Ómicron, ¿se encamina el mundo hacia el final de la pandemia?

France 24
0
576
omicron, variante covid-19
Foto: Getty Images

Con la llegada de la variante Ómicron y tras un 2021 marcado por la vacunación contra el Covid-19 cada vez más voces apuntan a que una creciente inmunidad podría llevar al mundo al final de la pandemia. ¿Qué retos hay aún para conseguirlo?

Entre la comunidad científica cada vez resuenan más voces esperanzadoras. La llegada de la variante Ómicron, que ha traído picos de contagios exponenciales, junto al aumento de la vacunación en muchos países, ha hecho pensar que esta podría ser la ola que marque el fin de la pandemia.

¿Y qué se necesitaría para lograrlo? Que gran parte de la población esté o vacunada o haya creado defensas contra el Sars-Cov-2 por medio de una infección, algo a lo que está contribuyendo Ómicron a gran velocidad. Se espera que en unos tres meses esta variante cope a “los posibles susceptibles” de enfermarse, según indicó a France 24 el doctor Carlos Espinal, director del Consorcio de Salud Global.

De lograr que gran parte de la población cree defensas contra el virus, el mundo saldría de la pandemia para entrar a lo que se conoce como una endemia. Es decir, cuando una enfermedad pasa a formar parte de la vida cotidiana de los ciudadanos con picos de contagios controlados o sectorizados y deja de ser una amenaza para millones de personas.

En una endemia, el Covid-19 pasaría a ser una dolencia como lo puede ser la gripe, y en ese escenario los sistemas de salud podrían concentrarse en atender a los pacientes más graves, mientras que la mayoría de los ciudadanos, aunque estarían expuestos al virus, o no se contagiarán o lo harán sin síntomas o con síntomas leves.

Para el doctor Carlos Eduardo Pérez, infectólogo de la Universidad Nacional de Colombia, la posibilidad de ese escenario se podría materializar en “el segundo semestre” de este año, según indicó a France 24.

Espinal, por su parte, se muestra más cauto y señala que “hasta que un 80% de la población mundial no esté vacunada”, la normalización podría tardar más tiempo y señala que una variante más agresiva que Ómicron podría hacer retroceder los avances logrados hasta el momento.

La vacunación, la principal arma para vencer la pandemia

Un factor determinante en el paso a la endemia es la inmunidad que han ido adquiriendo los ciudadanos, ya sea por una vacunación masiva o debido a un contagio.

Un reciente estudio sobre Ómicron realizado en Sudáfrica demostró que la variante es un 25% menos agresiva que Delta, pero los científicos a cargo indicaron que esto no se debía tanto a la composición del virus en sí, sino a la inmunidad que han ido creando los ciudadanos tanto por la vacunación como por infecciones anteriores.

En ese sentido, Espinal hace énfasis en un llamado que ha venido haciendo la OMS por meses:

“Tenemos que reducir y terminar la inequidad que hay en los programas de vacunación, donde hay un exceso de vacunas disponibles en muchos de los países ricos y hay una deficiencia en los países de bajos ingresos”, e indica que el hecho de que haya países como Haití, que tiene menos del 1% de la población vacunada -de acuerdo al portal Our World in Data- sigue siendo un riesgo muy alto tanto para la población nacional como para el resto del mundo, ya que es en las poblaciones sin vacunar donde existe más riesgo de que surjan nuevas variantes que sean incluso más agresivas que las actuales.

En cuanto a la distribución, constantes dosis de refuerzo no significarán necesariamente una mayor protección, indicó Espinal, en referencia a un estudio preliminar realizado en Israel, primer país en aplicar segunda dosis de refuerzo, que determinó que los ciudadanos inoculados por cuarta vez no obtuvieron mayor protección que los que tenían una tercera dosis y el experto sí apunta a que en el futuro serán necesarios refuerzos “con una vacunación anual”.

Otro punto clave en el éxito de la vacunación y la lucha contra la pandemia es el desarrollo de nuevos fármacos con más amplia protección contra las mutaciones, indica Pérez. “Las vacunas tienen que evolucionar (…) estas vacunas que tenemos son muy buenas, pero son vacunas que todavía les falta cortar la cadena de transmisión, que es el punto más importante para frenar la pandemia”, asegura el infectólogo, quien considera que estos sueros podrían empezar a estar listos en los próximos meses.

¿Una nueva era de Covid-19?

Sin embargo, los retos no acaban. Para Espinal, aun en el escenario de entrar en una endemia con picos de contagio controlados, lo que marcará los avances será el control público de la enfermedad. “La vigilancia genómica del virus es un punto muy importante”, apunta, en el sentido de que los sistemas de salud puedan monitorear y advertir rápidamente en el caso de detectar variantes más agresivas o de nuevas oleadas de mutaciones ya existentes.

Además de ello, el director del Consorcio de Salud Global también advierte que el mundo y los sistemas sanitarios mundiales tienen ahora el enorme desafío de volver a recuperar los avances que se habían hecho en otras enfermedades, como el sarampión o la tuberculosis, que han vuelto a repuntar en medio de dos años de destinar todos o casi todos los recursos a vencer al Covid-19.

Entre tanto, Ómicron no deja de significar un gran reto para los gobiernos y sistemas sanitarios de todo el mundo, puesto que a medida que aumentan los contagios, también lo hacen -aunque en menor medida- las hospitalizaciones. Por ello, y aunque ya lejos del inicio de la pandemia, los expertos siguen recomendando las pautas de distancia social, al menos hasta que la vacunación contra el Covid-19 sea generalizada y esta se haya convertido en una enfermedad endémica.