Luego de 1.191 días la OMS decreta el fin del Covid-19

La versión más difundida es que la pandemia se transmitió de una especie animal al humano.

Desde el 30 de enero de 2020, cuando comenzaron a extenderse los primeros casos de Covid-19 desde China al resto del planeta, hasta el 5 de mayo de 2023, día en que se levantó el máximo estado de crisis sanitaria, 765 millones de personas se contagiaron por el coronavirus. y casi 7 millones perdieron la vida, poco más de 22.000 en Bolivia.

Una investigación inconclusa realizada por OMS señala que la principal hipótesis de la aparición del nuevo coronavirus es el origen zoonótico, es decir, un patógeno que consiguió “saltar” de una especie animal (el principal candidato es el murciélago) a la nuestra, adaptándose al cuerpo humano y aprendiendo a transmitirse entre nosotros

Llevamos más de tres años con el miedo al contagio, los confinamientos, la debacle económica y los daños sociales que tardarán en revertirse. La máscara se convirtió en símbolo de una época. Otro ícono indiscutible es la vacuna: las vacunas formuladas a un ritmo récord fueron decisivas para controlar la pandemia -hay 13.300 millones de dosis aplicadas hasta el momento-. Entre el horror y la esperanza, nuestra generación no ha enfrentado nada igual.

Sin embargo, el fin de la “emergencia de salud pública de interés internacional”, tal y como prevé la normativa establecida por la OMS desde 2005, no es sinónimo del fin de la pandemia. El mecanismo prevé el compromiso de los países para luchar contra los patógenos con potencial para cruzar fronteras. En el caso del coronavirus, sin embargo, no hubo tiempo.

Por mucho que haya pasado el período crítico, el virus está entre nosotros y llegó para quedarse. Esto significa que deben continuar los cuidados que se han vuelto básicos, pero una pregunta flota en el aire: ¿Cómo terminan las pandemias? Lamentablemente, no hay una respuesta clara. Hoy en día, el término pandemia en sí mismo está siendo reevaluado. Un ejemplo de esa discusión es el del VIH, el virus del SIDA, que permanece como una pandemia desde hace décadas, pero no como una emergencia internacional.