El juicio contra la revista VEJA del Brasil

0
415

Como de una película de terror ha sido calificada la documentación que el ministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana ha presentado al fiscal Marco Antonio Rodríguez en la que devela la relación de funcionarios de Gobierno con carteles de la droga que estarían operando en Bolivia. El hecho denota hasta dónde se cruzan nombres comprometidos en actividades ilícitas y el supuesto interés del ministro de la Presidencia en descubrirlos.

Inmediatamente después del acto en el que Quintana entregó la carpeta de la denuncia al fiscal Rodriguez, la oposición cuestionó el procedimiento. Los diputados de Convergencia Nacional dijeron que es contradictoria. Basaron su opinión en las propias declaraciones de la autoridad de Gobierno, en las reiteradamente ha negado la presencia de carteles de la droga en Bolivia. Pero la bomba tomó una dirección extraña ya que Quintana puso en la mira  a algunos ex generales de la Policía Nacional y a oficiales que purgan condena por el tráfico de cocaína. El impacto no sólo acaparó el interés de los medios nacionales sino que parecía estar dirigida a publicaciones que hace un par de meses detonaron una bomba periodística cuando develaron que el ministro de la Presidencia se habría reunido con un narcotraficante brasileño en Santa Cruz. Es por eso que la denuncia del ministro Quintana ha sorprendido en niveles de la política y desubicado a quienes le reclaman que encause el juicio por difamación y calumnias que ha anunciado contra Veja. Además, porque la autoridad se enfrenta sin chaleco salva vida a facciones que operan en la ilícita actividad sellando la posición del Gobierno del presidente Morales de que lucha contra el narcotráfico.

La denuncia de Quintana es una respuesta aparente al reportaje de Veja que en base a fuentes de una unidad de inteligencia de la policía reveló sobre la supuesta reunión entre Quintana con el narcotraficante Maximiliano Dorado en la que también habría participado la ex Miss Bolivia Jessica Jordan, aliada al partido de Gobierno. Quintana negó cualquier relación con el narcotraficante y amenazó a la revista con un juicio. Sin embargo, hay algunos elementos poco claros. En una entrevista aclaratoria concedida a una revista cruceña, Jessica Jordan desconociendo el idioma portugués y la trascripción de la nota negó que su participación en esa reunión. “Esa nota más parece un relato de novela mal contada porque en una parte dice que el 18 de noviembre de 2010 a las dos de la tarde hubo ´una cena extravagante´ y sin embargo más abajo dice que a los 20 minutos salimos. A las dos de la tarde no hay cenas y no hay una cena extravagante en 20 minutos o sea simplemente no tiene sentido”. Aunque la transcripción original de la nota se refería a una ´cena  (escena en traducción oficial) extravagante´ cuando ambos ingresaban supuestamente al domicilio del narcotraficante brasileño. Más allá de los detalles de interpretación y de la lectura de la publicación, los documentos  que Quintana ha puesto a consideración del fiscal son detonadores elocuentes de que hay una investigación encargada por el Ejecutivo sobre los vínculos de funcionarios del Gobierno con carteles de la droga.

El caso volvió a cobrar actualidad cuando un diputado opositor, que le ha venido haciendo olas a la denuncia de la revista Veja, encontró el momento menos oportuno para recordarle a Quintana que en lugar de abrir procesos en la justicia ordinaria a medios de comunicación nacionales por incitación al racismo, se olvidó del juicio que había anunciado contra Veja. “No puede torcer a la justicia brasileña”, dijo el diputado. La respuesta fue casi inmediata. La autoridad recordó que “hay dos procesos contra Veja: un proceso del Estado contra la revista por haber mellado la dignidad del Estado Plurinacional y otro proceso de índole personal. Estamos esperando que nuestro embajador Jerjes Justiniano pueda hacer avanzar este proceso con el equipo de abogados que se está contratando en el Brasil”, dijo el ministro Quintana. Resta saber el resultado de la demanda a un medio de los quilates de Veja.

 

 

 

 

 

 

 

EtiquetasBrasilJuicio