Villegas: Hubo militares infiltrados en Chaparina

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El Deber

 

Acusó al exministro Llorenti de haber ordenado la represión. También lo sindica de haber armado un show mediático con policías heridos para lograr respaldo internacional y repudio a los indígenas

Boris Villegas, exdirector de Régimen Interior del Ministerio de Gobierno que estuvo al frente de la intervención a la VIII marcha indígena en defensa del Tipnis en Chaparina el 25 de septiembre de 2011, reveló que entre los infiltrados no solo había policías, sino también militares.

Estas afirmaciones las hizo el 1 de agosto desde el penal de Palmasola, donde realizó una declaración ampliatoria dentro de la investigación que el Ministerio Público sigue en contra de los que intervinieron el movimiento indígena y que son sindicados por los delitos de vejámenes y torturas.

Las autoridades que escucharon el testimonio de Villegas, al que tuvo acceso EL DEBER, fueron los fiscales paceños, Patricia Santos y Róger Velásquez.

Los fiscales le preguntaron al ex funcionario gubernamental, sindicado de ser parte de una presunta red de extorsión nacional y que está detenido preventivamente, qué sabía de los planes de intervención a la marcha, del supuesto secuestro del canciller David Choquehuanca y sobre la presencia del personal de Inteligencia de la Policía infiltrado en el movimiento, como la cabo Angélica Cáceres.

“Cualquier policía sabe que una de las labores fundamentales de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI) es la de infiltrarse en manifestaciones, bloqueos, donde haya aglomeración, en la cual se estaría conspirando contra el Gobierno. Desde que empezó la marcha,  una de las tareas de la DNI fue infiltrar agentes”, indica en principio Villegas y luego detalla que la marcha estuvo vigilada de manera permanente por el coronel de Policía Víctor Maldonado; el comandante general de la Policía, Jorge Santiesteban; y el entonces ministro de Gobierno, Sacha Llorenti. El exfuncionario añade en su declaración: “Debo informar que me llevé una sorpresa llegando a Yucumo, porque también encontré que la marcha estaba infiltrada, monitoreada y seguida por Inteligencia Militar. Desconozco qué autoridad ordenó su presencia y seguimiento. Yo no sabía quiénes eran los infiltrados, solo sabía de los reportes que ellos pasaban para la evaluación y toma de decisiones”, revela Villegas.

Infiltrados provocadores

El procesado, luego de hacer conocer que además de policías también había militares infiltrados en la movilización indígena, explicó a los fiscales que en las imágenes del supuesto secuestro al canciller se puede observar a un grupo de agentes que tenía la misión específica de generar disturbios en el movimiento.

De acuerdo con lo expresado por Villegas, estos policías son parte de los provocadores de Inteligencia de la Policía.

También hizo conocer que la falta de medios logísticos y de vehículos para la intervención en Chaparina fue solucionada con motorizados de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), unidad uniformada dedicada a la erradicación de plantaciones de hoja de coca y que está conformada por policías y militares.

“Cuando llamé al ministro Llorenti a La Paz para solicitarle más camionetas, me indicó que ya había hablado con el coronel (Williams) Kaliman, que era el comandante de la FTC. Me respondió que eso era lo máximo que los ‘milicos’ podían darnos”, expresa en otra parte de su testimonio Villegas.

Llorenti dio la orden

Respecto a la persona que dio la orden para intervenir la movilización indígena, el exdirector de Régimen Interior fue claro al señalar que fue el exministro de Gobierno Sacha Llorenti.

Además, afirmó que la determinación fue transmitida al contingente policial por el exviceministro de Régimen Interior Marcos Farfán. “Los oficiales allí reunidos expresaron su malestar con esta orden, tanto así que Farfán y mi persona salimos al patio para comunicarnos con Llorenti. Fue enfático al señalar que esa orden debería cumplirse sí o sí esa noche, con las consecuencias políticas que ello acarrearía…”, aclara Villegas.

Show con policías heridos

Otra de las revelaciones que hace Villegas sobre el caso Chaparina tiene que ver con el hecho de que se armó un show mediático con policías heridos  que llegaron a La Paz junto con el Choquehuanca, luego de ser evacuado en una aeronave.

 

“Busca a los que están más jodidos, 5 o 6 policías y embarcalos en el mismo avión con el canciller. Yo le dije que eso no era necesario… No importa, es necesario que hagamos show, yo voy a mandar ambulancias para que los recojan y tal cometido fue cumplido… En pleno aeropuerto Llorenti y el canciller dieron una conferencia de prensa consiguiendo el respaldo a la acción del Gobierno y el repudio internacional a los marchistas que supuestamente habían secuestrado a (David) Choquehuanca”, sostiene Villegas

La resolución de premios fue hecha en Cochabamba

El fiscal general solo la firmó
Villegas aseguró que el exfiscal general Mario Uribe solo firmó la resolución de rechazo que se elaboró en Cochabamba.

Maldonado también, premiado
Según Villegas, el exministro Sacha Llorenti y el exjefe de Inteligencia de la Policía Víctor Maldonado, fueron premiados por el Gobierno.

Presidente, vice y ministro
La resolución de rechazo que excluye a varios favoreció también al presidente Evo Morales, al ‘vice’ Álvaro García y al ministro de Gobierno.

Una reunión en Cochabamba
Hubo una reunión clave en Cochabamba entre Sacha Llorenti y Wilfredo Chávez para definir la resolución de rechazo. Viajaron a Sucre para hacer simplemente firmar con el fiscal general de entonces, Mario Uribe, también excluido.

La misión de Nardi Suxo
Villegas revela que la ministra de Transparencia, Nardi Suxo, se encargó de frenar las medidas cautelares contra Marcos Farfán ante las amenazas de hacer públicos los hechos. La autoridad gubernamental negó estas sindicaciones y recordó que ella fue quién acusó al exviceministro Farfán.

Chivos expiatorios
Se buscó chivos expiatorios en mandos medios, como al general de la Policía que está con arresto domiciliario y procesado por este caso. Los verdaderos responsables están libres.