Tratantes operan en clanes y pasan como empresarios

El Gobierno considera que se enfrenta a clanes familiares que se dedican a captar menores, mientras que hay casos emblemáticos en el oriente que involucraron a personas que se hacen pasar por empresarios, en esa opción, ganaderos.

“En Bolivia hay emisarios, como en el narcotráfico, de grandes redes internacionales de trata y tráfico, pero estas no operan directamente en el país”, aseveró ayer la directora especializada en el tema del Ministerio de Gobierno, Melania Torrico.

En el país hay casos que causan preocupación del Gobierno, como la presencia de 2.500 menores bolivianas que sufren violencia sexual en la mina La Rinconada, cerca de Puno. Al respecto, Torrico señala que son “tratantes bolivianos y peruanos que reclutan a las víctimas, principalmente en El Alto, La Paz y los Cintis, en Chuquisaca. Hemos detectado que más que redes son clanes familiares, a ellos nos enfrentamos en esta lucha”.

Bolivia y Perú firmaron en este ámbito un plan conjunto de acciones, entre los que acordaron reforzar el control fronterizo y aumentar la interdicción al comercio de oro ilegal. Sin embargo, el tenía aún está en fase inicial.

Los tratantes disfrazan su actividad. Torrico señaló que hay un caso en el que los delincuentes se hacían pasar por empresarios ganaderos en Santa Cruz, pero en realidad se dedicaban a este hecho ilícito.

“Estos dos señores están involucrados en un caso muy grave”, aseveró. Reclutaban a estudiantes de colegios públicos y privados de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.

La autoridad explicó que los tratantes se aprovechan de las necesidades de una adolescente. “Les hacen regalos, en principio, y les dan dinero, más adelante. De esta forma, en el caso del que hablamos, una de las víctimas contó que su amiga de 15 años, que trabajaba con esta banda, la convenció para captarla”.

Los dos implicados, gracias a la movilización social, en primera instancia fueron recluidos en la cárcel de Palmasola, con detención preventiva. Sin embargo, “la justicia no nos acompaña en estos casos, porque resulta que una jueza los liberó”, agregó.

Admitió que en estas condiciones, el trabajo es muy complicado “porque hay operadores de justicia que pareciera que tuvieran alianza con los delincuentes”