La bomba de hidrógeno de Corea del Norte

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Foto: REUTERS

Escepticismo y rechazo fueron las dos principales reacciones de la comunidad internacional ante el anuncio de Corea del Norte de que había realizado con éxito una prueba subterránea de una bomba de hidrógeno.

De confirmarse, sería la cuarta prueba nuclear del régimen de Pyongyang desde 2006 y revelaría un avance importante en sus capacidades militares.

Pero los expertos tienen dudas sobre si el tamaño de la explosión fue suficientemente grande como para haber sido provocada por una bomba H.

 

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, expresó su condena contra la prueba de forma “inequívoca”, calificándola como “profundamente desestabilizadora para la seguridad regional”.

El Consejo de Seguridad de la ONU se reunió de emergencia y condenó la prueba. Además, anunciaron que preparan una respuesta.

Corea del Sur dijo que se trataba de una “grave provocación”, aunque manifestó sus dudas sobre si realmente se trataba de una bomba H.

Una explosión demasiado pequeña

Las bombas de hidrógeno son más poderosas y tecnológicamente avanzadas que las bombas atómicas, pues usan la fusión -la unión de atómos- para liberar enormes cantidades de energía.

Las bombas atómicas, como las que devastaron las ciudades de Hiroshima y Nagasaki durante la Segunda Guerra Mundial, usan la fisión nuclear, que consiste en la separación de los atómos.

Estados Unidos dijo que los primeros análisis sobre la actividad subterránea de Corea del Norte “no son consistentes” con la afirmación de Pyongyang de haber probado exitosamente una bomba de hidrógeno.

El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo que no ha ocurrido nada para cambiar la valoración que tiene Washington sobre las capacidades técnicas y militares de Corea del Norte.

 

Bruce Bennet, un analista de la Rand Corporation, es uno de los que dudan sobre la naturaleza de la prueba de Pyongyang: “La explosión que se produjo debía haber sido diez veces mayor de lo que ellos dicen”.

“O Kim Jong-un miente al decir que probaron una bomba de hidrógeno cuando lo que hicieron fue usar una bomba de fisión algo más eficiente o no funcionó muy bien la parte de hidrógeno de la prueba o la parte de la fisión”, apuntó.

La información disponible “no respalda las afirmaciones de que se trataba de una bomba de hidrógeno”, dijo el experto militar chino Du Wenlong a la televisora estatal CCTV.

Los datos recogidos hasta ahora por la Organización del Tratado de Prohibición Completa de Pruebas Nucleares (CTBTO) también parece abonar la tesis de que se trató de una bomba atómica y no de una bomba de hidrógeno.

“Las características de las señales que hemos observado esta vez son muy congruentes con lo que el mundo vio en 2013 y que fue una prueba nuclear declarada y fue considera como una prueba nuclear”, indicó a los medios Randy Bell, director del centro internacional de datos de la CTBTO.

Bell señaló que la intensidad del terremoto detectado, según los primeros datos, fue de magnitud 4,9 en la escala de Richter, muy similar a la provocada por la prueba de 2013.

Lee Cheol-woo, un político de Corea del Sur, reveló que los servicios de inteligencia de ese país le informaron que la explosión “probablemente se queda corta” ante lo que se espera de una bomba de hidrógeno.

Pero el exembajador de Reino Unido en Pyongyang John Everard alertó que “una explosión de esa magnitud es suficiente para borrar una ciudad entera lo que resulta profundamente preocupante”.

La presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, dijo que es necesario realizar mayores análisis para determinar la naturaleza de la explosión, a la que consideró como “un fuerte reto para la paz y la estabilidad internacionales”.

China, el principal aliado de Corea del Norte, aseguró que se “opone firmemente” a la prueba, mientras Japón afirmó que se trata de una “amenaza mayor” para su seguridad nacional.

La retórica norcoreana

Los medios de Corea del Norte dieron gran importancia a la prueba de la supuesta bomba H, al anunciar que el país había ejecutado “un hecho que dejaría al mundo sorprendido”: la prueba bajo tierra de una bomba de hidrógeno.

Las primeras noticias de lo ocurrido surgieron poco después de las 10 de la mañana hora local, cuando se registró un terremoto cerca de la planta nuclear de Punggye-ri. El sismo se sintió al otro lado de la frontera China.

Horas más tarde, en un anuncio sorpresa, un narrador de noticias de la televisión estatal norcoreana dijo: “La primera prueba de una bomba de hidrógeno de la República fue realizada con éxito a las 10 de la mañana del 6 de enero de 2016”.

Una nota firmada por Kim Jong-un autorizando la prueba decía que 2016 debía iniciarse con el “emocionante sonido explosivo” de una bomba de hidrógeno.

Pueden pasar días o semanas antes de que pruebas independientes permitan verificar o negar la veracidad del anuncio de Pyongyang.

La detección de partículas radiactivas en el aire será lo que aporte más pistas sobre el tipo de dispositivo que fue detonado y si fue una bomba de hidrógeno.

En 2013, tras la última prueba nuclear de Corea del Norte pasaron 55 días antes de que fuera detectado el gas radiactivo xenón en una estación de monitoreo en Japón, situada a unos 1.000 kilómetros del lugar de la prueba, lo que confirmó entonces que se trataba de una explosión nuclear.

Si vuelve a ocurrir algo similar, será entonces que se pueda arrojar luz sobre lo que de momento muchos ponen en duda.