Quintana y Valverde caldean la recta final
La mira está puesta en Carlos Valverde. Todo lo que hace y por dónde se mueve está registrado por el Gobierno. Ayer, el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, acusó al periodista de ser un “agente encubierto” de la embajada de Estados Unidos en La Paz.
La autoridad denunció que EEUU orquestó el caso de la empresa china CAMC y culpó al investigador de ejecutar la estrategia para acusar al presidente Evo Morales en un caso de tráfico de influencias, que también involucra a la gerenta comercial de la firma asiática, Gabriela Zapata.
Desde Santa Cruz, Valverde negó la acusación y tildó a Quintana de ‘bellaco’ y ‘patético’ por vincularlo con la legación diplomática de EEUU.
Quintana utilizó 49 minutos para hablar de Valverde y la supuesta injerencia de Estados Unidos en Bolivia.
Mostró libros escritos del periodista como parte de las pruebas. Dijo que los textos fueron financiados por Washington con el fin de crear una opinión adversa al Gobierno. Al final, expuso cables de Wikileaks como prueba central de que Valverde trabaja para el Gobierno de EEUU.
“El caso CAMC es un ataque montado por el Gobierno de Estados Unidos y ejecutado por Carlos Valverde, por algunos medios de comunicación y también las redes sociales (…) El tema de fondo es cortarle la cabeza al presidente Evo Morales”, reclamó Quintana en Palacio Quemado.
DURO CON VALVERDE
El ministro utilizó varios adjetivos para desacreditar a Valverde. Lo llamó “soplón” y lo acusó de utilizar el periodismo para publicar imposturas en contra de la administración de Morales. Además, lo culpó junto a Washington de perjudicar la inversión económica china en Bolivia.
Valverde conoció los ataques y salió al paso horas después.
Lo hizo en su oficina y de igual manera utilizó adjetivos contra Quintana: “bellaco” y “patético”, es el concepto que tiene el periodista del ministro de Estado.
“Es un bellaco, no es otra cosa. El presidente no merece tener semejante portavoz, es patético. Primero dijo que yo era un infidente, en el caso CAMC sería un cómplice. Quintana es patético”, reaccionó el comentarista.
Valverde desechó la acusación de Quintana y negó ser un agente encubierto. “Me dijeron tantas cosas, pero esto nunca”, dijo. Sin embargo, admitió que tuvo una reunión con el último embajador de EEUU en La Paz, Philip Goldberg, expulsado por Morales en 2007. En esa cita, dijo, hubo otros periodistas y se debatió la coyuntura que vivía el país.
“No solo me reuní con el embajador Goldberg en Los Tajibos y era 2007 y dije que en esa época parecía que iba a ver un autogolpe. Yo no tengo visa a EEUU, no necesito por qué ir”, dijo Valverde.
El 3 de febrero el periodista reveló que Morales mantuvo una relación con Gabriela Zapata, ejecutiva de la CAMC que firmó contratos con el Gobierno por $us 566 millones. El jefe de Estado ratificó la relación con Zapata de la que nació un hijo, que luego murió, según Morales. El mandatario negó uso indebido de influencias y pidió a la Contraloría y al Legislativo investigar el caso.
Esta denuncia puso en aprietos al Gobierno, que todos los días salió a intentar convencer que no había tráfico de influencias. Morales cerró el caso, mientras que Quintana se refirió del caso en más de una ocasión.
“Soy mal hablado, tengo mala postura, pero no miento. Todo lo que digo lo puedo respaldar, no hay una sola cosa que no pueda respaldar”, refirió Valverde.
CONTRA EEUU
Quintana también reaccionó contra el encargado de negocios de la embajada de Estados Unidos en La Paz, Peter Brennan, a quien acusó de ser parte del movimiento político que impulsa el No a la modificación constitucional que habilitaría a Evo Morales a una nueva repostulación.
“El señor Brennan señaló que no está metido en el referéndum, yo quiero desmentirlo categóricamente al señor Brennan, porque sí está metido en actividades que no son las que señala la convención de Viena”, protestó.
El ministro además vinculó a Doria Medina de ser parte de la estrategia de EEUU. Dijo que uno de sus funcionarios, Diego Ayo, presidente de la Fundación Pasos Kanki, financió libros de Valverde y que fueron encargados por Estados Unidos.
La embajada de EEUU no emitió una respuesta al caso
La ANP pide respeto a libertad de expresión
La Asociación Nacional de la Prensa de Bolivia (ANP) llama a los actores políticos a preservar las garantías constitucionales en materia de libertad de expresión, prensa y opinión, y evitar que al fragor de la batalla previa al referéndum se involucre a medios y periodistas en una polémica ajena al trabajo periodístico.
La ANP recuerda la vigencia del artículo 106 de la Constitución Política del Estado que garantiza a todos los ciudadanos el derecho a la comunicación y a la información, y en particular a los trabajadores de la prensa, la libertad de expresión, el derecho a la comunicación y a la información.
Además, la ANP reitera su adhesión plena al respeto a los principios de veracidad y responsabilidad, y su ejercicio a través de las normas de ética y autorregulación, y la Ley de Imprenta que está en plena vigencia en el país.
Mientras la ANP salía en defensa de Valverde, la fiscal departamental de La Paz, Rosario Venegas, informó de que la denuncia presentada por Gabriela Zapata contra el periodista fue observada porque es confusa y tiene varios defectos jurídicos que impiden dar curso a la misma.
La fiscal dijo que el tipo penal de la denuncia no está conforme al Código Penal y además el contenido de la misma tienen varios aspectos ‘confusos’.