Personajes 2019: Trump y Bolsonaro

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Impeachment.  Los presidentes de EEUU y Brasil son apuntados por rupturitas y sectores influyentes de los dos países acuden al debate político para recortar sus mandatos.

Aires  de impeachment se escuchan rugiendo en el horizonte de la política. Cuando no, los rumores llegan cargados desde Brasil y, aunque parezca extraño, la ola hace epicentro también en los Estados Unidos. Los apuntados: Jair Bolsonaro en Brasil y Donald Trump en EEUU, aunque por circunstancias distintas. Trump está a un año de culminar su mandato y se ha puesto a trabajar en la reelección con un lema sugerente que endulza los oídos de las clases medias del país. Si cuando ganó la nominación para hacerse del control de la Casa Blanca estampó el estribillo visceral “Hagamos de los Estados Unidos grande de nuevo”, hoy no menos atractivo resulta su “Mantengamos la grandeza de los Estados Unidos”. Pero antes de que este sueño pueda cumplirse, sectores de la política norteamericana han puesto el dedo sobre la llaga apuntando al mandatario.

El informe Mueller, publicado en su integridad hace un par de semanas, difícilmente habrá convencido a ningún republicano de quebrar la piñata que forma el partido en torno a Trump. Tras casi dos años de investigación, el fiscal especial exoneró al presidente de conspiración con Rusia. Mueller no presenta cargo alguno, tampoco acusa a Trump de obstrucción a la Justicia. Sin embargo, aporta 10 episodios que, a su juicio, pueden constituir material para acusarlo por el delito de “traición a la Constitución y a la Seguridad Nacional”. A este episodio se debe sumar uno reciente que ha abierto los ojos en la oposición para reactivar un juicio de destitución contra el presidente después de que se filtrará una conversación entre Trump en el presidente de Ucrania en el que el norteamericano presiona para que se investigue al hijo de su posible rival en las elecciones de 2020, Joe Biden. Este incidente ha reactivado el pedido de un impeachment hasta el punto de que tres de los principales candidatos demócratas, las senadoras Elizabeth Warren y Kamala Harris y el exministro Julián Castro, lo han apoyado públicamente.

Un poco al sur, su amigo Jair Bolsonoro, a quien le está costando afianzar su mandato a menos de un año en el cargo, ya enfrenta los primeros reclamos de un impeachment. El manejo político en las cámaras legislativas que parecía sólido con la conformación molecular de bancadas oficialistas y de oposición están tratando de poner freno a los exabruptos de Bolsonaro al que se suman sectores de las fuerzas que apoyaron su vertiginoso ascenso al Planalto.  Si a Trump el impeachment es por sus inocultables relaciones con Rusia y Ucrania con aspavientos como aquel pedido al presidente de la FED de reducir las tasas de interés, a Bolsonaro se lo apunta por su indiferencia en temas que para el Brasil son moneda de uso corriente. El mandatario brasilero le restó importancia a la brutal matanza en una cárcel (62 presos fueron asesinados en la prisión de Altamira, en el norte del país); justificó el trabajo infantil y afirmó que no hay hambre en Brasil. Esta última declaración a tono de desespero cuando se mostró desafiante ante una sociedad que sabe que uno de los principales temas en la agenda es reducir los índices que mantiene al gigante latinoamericano sumido en los lugares más abajo en materia de desarrollo social.

También ninguneó a los habitantes de la zona nordeste del país; y le restó peso a los crímenes cometidos durante la dictadura. Provocó al presidente de la Orden de Abogados de Brasil (OAB), Felipe Santa Cruz al asegurar que él sabía cómo había muerto su padre, desaparecido durante la dictadura. “Es importante que yo separe mi papel de hijo extremadamente agredido de mi rol como presidente de la OAB. La Orden no debate el pedido de impeachment de Jair Bolsonaro, pero pide que el presidente respete la Constitución y las leyes”, comentó Santa Cruz.  En estos once meses, Bolsonaro se convirtió en el presidente más impopular de la historia brasilera y se expone a un impechment como Rousseff, Trump y Abdo.