La gente se aprovisiona de productos pero se pregunta hasta cuándo podrá hacerlo

Con largas filas en los supermercados que llegan a superar tres cuadras y una persistente lluvia amaneció la sede de Gobierno este lunes. Ya dentro después de superar el protocolo de control de fiebre y un fumigado a las suelas de los zapatos, desinfectar los agarradores de los cochecitos, adentro no todo es idílico. Nuevamente filas para adquirir carne y embutidos, algunos productos han sufrido algún tipo de ajuste en sus precios. Las variaciones no son notorias.

Las cadenas de supermercados parecen abarrotadas de productos, la pregunta es hasta cuándo alcanzarán en exhibición con el ritmo frenético de compras. No hay control. Se puede comprar desde una bolsa de leche hasta abarrotar los carritos al infinitum; de manera que la unidad entre los compradores y solidaridad desaparecen en estos días de compra cuando puedes salir si tu carnet de identidad termina en el dígito indicado en la disposición gubernamental.

Los mercados de la zona Sur de La Paz, exhiben una variedad de productos; vegetales y fruta con incrementos acentuados ante la ausencia de control y vigilancia municipal. Incluso en estos centros de abasto se observan largas colas ordenadas. El aspecto de la ciudad es fantasmal. El estado de emergencia dispuesto por el Gobierno se cumple con obediencia este fin de mes. Dat0s consultó con algunos vecinos que detallaron que el dinero de marzo se ha agotado. “No sé qué va a pasar cuando escasee circulante”, relató un padre de familia de 40 años que trabaja de forma independiente en un cibercafé.