Los sueños del litio chocan con la realidad en América Latina

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Foto: Revista dat0s 227

El continente sudamericano tiene el 70% de las reservas mundiales del metal usado en baterías recargables, pero carece de la infraestructura para aprovecharlo. Que está pasando con el desarrollo de plantas de litio en Argentina, Bolivia, Chile y Brasil

 

En la economía más grande de América Latina, Brasil, el exejecutivo de Tesla Inc. Marco Krapels y el exejecutivo de SunEdison Inc. Peter Conklin fundaron MicroPower-Comerc, con el objetivo inicial de proporcionar baterías recargables a instalaciones comerciales e industriales. Pero Brasil casi no ofrece subsidios gubernamentales para la energía renovable, y los impuestos a la importación agregan alrededor de 65% al costo de las baterías. Eso impulsa a la compañía, respaldada por Siemens AG, para considerar comprar componentes en el extranjero y ensamblarlos en Brasil como una forma de reducir sus costos. Si bien el mercado nacional de baterías grandes apenas existe, Krapels ve la oportunidad en un lugar con una red eléctrica ocasionalmente inestable y un mercado robusto para las energías eólica y solar. “Esto no es para los débiles de corazón”, dijo en una entrevista el mes pasado. “Pero creo que es una ventaja ser el primero en ingresar a ese mercado”.

Bolivia no ha logrado producir volúmenes significativos de litio o productos de litio. Pero es el hogar del salar más grande del mundo, que abarca 6.437 kilómetros cuadrados y posee más de 15% de los recursos de litio no minados del mundo.
Una planta piloto dirigida por Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), de propiedad estatal, produjo cerca de 250 toneladas de carbonato de litio en 2018, y el objetivo del país es generar 150.000 toneladas en cinco años, en asociación con empresas alemanas y chinas. Si tiene éxito, Bolivia se convertiría en uno de los países con mayor producción. El mes pasado, Industrias Quantum Motors SA comenzó a vender el primer automóvil que se haya construido en el país, un vehículo eléctrico que responde al deseo del presidente Evo Morales de ver un automóvil con motor de litio “hecho en Bolivia”.Sin embargo, uno de los problemas es que los compradores ansiosos no pueden conducir los autos en las carreteras de Bolivia hasta que el Gobierno pueda cambiar algunas regulaciones existentes.

El productor de litio número uno, Chile, intentó alentar a las compañías de baterías a construir fábricas en el país obligando a los mineros a vender el litio con descuento. Eso atrajo el interés de gigantes, incluidos Samsung SDI Co. y Posco en 2017, cuando los precios del litio estaban en máximos históricos. Pero desde entonces, los precios han caído en un tercio, y a principios de este año las compañías abandonaron sus planes de construcción. Incluso aquellos embarcados en iniciativas menos ambiciosas se enfrentan a obstáculos. En el sur de Chile, Andesvolt actualmente importa componentes de baterías del extranjero y los ensambla en la ciudad sureña de Valdivia. Suministra baterías de iones de litio para compañías eléctricas, incluida Enel Americas SA, que los instala como energía de respaldo en instalaciones industriales, comerciales y residenciales en todo el país.Andesvolt espera producir 1.000 kilovatios-hora este año, en comparación con los 200 kilovatios-hora del año pasado. Pero le resulta tan difícil importar celdas de litio, que está considerando construir la primera fábrica de celdas de litio de Sudamérica.

Afrontar el problema de importar las celdas desde China es demasiado, asegura el fundador y director ejecutivo David Ulloa. Las celdas de litio son altamente volátiles y pueden explotar si no se manejan adecuadamente, lo que significa que las compañías navieras a menudo son reacias a transportarlas. Incluso cuando lo hacen, no hay garantía de que la carga llegue a tiempo, o que llegue. “Lo hemos visto todo”, dijo Ulloa en una entrevista. “Una vez, un proveedor chino no hizo todo el papeleo necesario para la aduana chilena y luego se ofreció a disfrazar la carga como zapatos; somos una empresa seria, no pudimos aceptar eso y perdimos ese envío”, contó.

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