Bolivia: la menor inflación en América Latina para el 2022

Por Reyna Tapia
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Foto: La Razón

Cuando dat0s entrevistó al presidente Arce en 2018 fue sencillo al explicar que el modelo económico productivo boliviano estaba dando resultados. A qué se atribuye que en 1985 Bolivia hubiera sobrepasado el récord mundial de inflación y hoy sea el de menor índice inflacionario en la región.

A él le gusta hacer comparaciones no muy complejas y así se ha garantizado éxito. Entonces fue reconocido entre los mejores ministros de finanzas de la región. Estuvo complacido por el nombramiento y siguió exponiendo ejemplos simples de su gestión. El pasado sábado respondió algunas preguntas en una entrevista de radio San Gabriel, la emisora que se convirtió en una bandera de la resistencia en octubre de 2002 que significó el fin del modelo de libre mercado que se aplicó en Bolivia desde 1985 con recetas del FMI. Entonces la inflación llegó más del 20.000%, récord que ningún otro país alcanzó.

Cuando al presidente Arce le consultan por la inflación su respuesta es sencilla. Dice que la inflación en Bolivia será en 2022 del 5%. Luego esboza sonrisas amplias y cierra con ejemplos del exitoso modelo económico productivo boliviano y acusa a la oposición de que cuando llegó al Palacio Quemado o a la Casa del Pueblo sus antiguos inquilinos no le habían dejado en el escritorio ni un bolígrafo. Es decir, aprovecha y deja claro que además la oposición es anticuada y corrupta.

No obstante, el contexto internacional evidencia un panorama diferente. El gran aumento de demanda de suministros en 2021, a raíz de la pandemia, fue sin duda, uno de los golpes más duros a la economía mundial durante el siglo XXI. Como si fuera poco, la guerra de Rusia en Ucrania agravó esta situación, provocando un incremento significativo de los precios de los alimentos y del combustible. Ambos hechos contribuyen directamente a la desaceleración del crecimiento económico mundial y una inflación generalizada que ya es evidente en diferentes partes del mundo.

Según las previsiones de abril de 2022 del Fondo Monetario Internacional (FMI), la tasa de inflación subirá un 7,4% a nivel global este año. Las economías emergentes y en desarrollo serán las más golpeadas por este aumento generalizado de precios, ya que se espera que registren un 8,7% de inflación.

No deja de sorprender entonces que esas cifras y esa realidad no se reflejen en Bolivia, país con una economía “emergente y en desarrollo” cuyo presidente sin mucho aspaviento diga que Bolivia espera una inflación de menos del 5%. Para explicar dicho fenómeno, dat0s habló con el experto en economía, Mike Gemio, que señala que existen tres puntos clave para entender el porqué de la baja inflación en Bolivia. Apunta: la bolivianización, el subsidio a los hidrocarburos y la estabilidad del precio de los alimentos.

La bolivianización de la economía

M. Gemio

Mike Gemio, analista económico.

Según datos de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (Asfi) en 2002, el 94% de los depósitos y el 97% de los créditos estaban “dolarizados” y solo el 6% de las captaciones y el 3% de las colocaciones estaban en moneda nacional. Sin embargo, en la última década se ha consolidado la política de bolivianización a través de la apreciación de la moneda nacional. Los cambios fueron tan bruscos que entre el 2006 y 2015, la distribución de créditos financieros en moneda nacional se multiplicó por siete, al pasar del 14% al 95,2%, mientras que los ahorros en moneda nacional se triplicaron pasando del 26% en 2006 al 83,5% al 2015.

Existen varios factores para controlar la inflación, uno de ellos es mantener un tipo de cambio adecuado. Es bien sabido que Bolivia mantuvo un tipo de cambio fijo desde el 2011 (el dólar vale $6.96) que impide reducir la inflación que proviene del exterior para que no afecte a la inflación interna. Gemio, también señala que a partir del 2006 se generaron políticas económicas que priorizaron la moneda nacional. “Actualmente, Bolivia tiene prácticamente el 96% de sus créditos en bolivianos, las cuentas de ahorro de los bolivianos tienen un porcentaje muy alto en moneda nacional. Quiere decir que la economía está ´bolivianisada´, … si en determinado momento hay demasiado flujo de efectivo entonces el Banco Central, que es el agente regulador, controla la emisión y con eso tenemos la inflación controlada”, sostiene el analista económico.

 El subsidio a los hidrocarburos

Tal y como lo muestra el mapa del FMI, los países de nuestro alrededor han estado sufriendo una inflación y gran parte de la misma corresponde al incremento del precio del barril de petróleo que trasciende a sus derivados como la gasolina, diésel, etc. Al subir el precio del barril de petróleo automáticamente suben todos los precios de sus derivados. ¿Pero, por qué no sucedió lo mismo en Bolivia? Según Gemio porque “Bolivia tiene el precio de la gasolina controlado, gracias a un subsidio que paga el Gobierno. Parte de la inflación en el mundo se debe a que los combustibles, petróleo y gas, aumentaron su precio debido a la guerra entre Ucrania y Rusia, pero este costo de transporte no se ha incrementado a nivel nacional por el mencionado subsidio que mantiene los precios en su lugar”.

Debido al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, en mayo del presente año, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) anunció un incremento del precio internacional del petróleo que al mismo tiempo significó un incremento del subsidio a la gasolina y diésel que subvenciona el Estado. Esta acción evitó que los precios de los hidrocarburos suban para la población boliviana.

Dificultad para variar los costos de los alimentos

El gobierno a través de los ministerios de Desarrollo Productivo y Desarrollo Rural y Tierras, aplican programas que intervienen en la cadena productiva de varios productos de la canasta familiar. En dichas intervenciones las empresas nacionales establecen “costos – precios” a los alimentos para que no suban de precio. Gemio explica: “es difícil competir con el Gobierno; esto ha hecho que los privados cuiden mucho sus precios, sabiendo que si en determinado momento el precio se eleva el Gobierno los va a mantener… entonces es difícil variar los costos. Este mecanismo de control también ayuda a controlar la inflación y eso beneficia a las familias”.

 

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