Jerjes Justiniano: Sólo el 30% de Petrobras es de Brasil

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El embajador boliviano en Brasil, Jerjes Justiniano, señaló que la estatal petrolera Petrobras es una multinacional con capitales norteamericanos y sólo el 30 por ciento le pertenece a Brasil, según una entrevista publicada por la revista  brasileña Valor.

Asimismo, afirmó no querer hablar mucho porque es voz “oficial”, pero no se privó de decir que Petrobras sabe dónde hay gas en Bolivia, pero no quiere decirle al Gobierno boliviano.

Estas afirmaciones fueron realizadas por el diplomático cuando Bolivia debe probar nuevas reservas de gas natural y a pocos años de renegociar un nuevo contrato de venta con Brasil.

“Usted está convencido de que la Petrobras es una empresa brasileña, ¿cierto? Así como 99,9 por ciento de los brasileños consideran que la Petrobras es una empresa estatal brasileña. Yo digo que es mentira”, le dijo Justiniano al periodista Fabio Murakawa.

“Petrobras es una empresa privada, con capitales norteamericanos. Sólo 30 por ciento es del gobierno brasileño. Petrobras es una empresa privada y no tiene nada que ver con el Gobierno brasileño”, remató.

Las afirmaciones de Justiniano sobre Petrobras se asientan, según sus propios comentarios, en las características de los contratos de esa empresa en el Gobierno del expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada. En lo que considera “un detalle importante”, recuerda que Petrobras “tenía un negocio con Bolivia que era de 50/50 por ciento (repartición igualitaria de ganancias). Cuando Sánchez de Lozada dictó una ley posterior a ese negocio, Petrobras unilateralmente decidió incorporarse a esa ley que establecía una palabrita. Decía ‘los petróleos nuevos’ serán cotizados en 18 por ciento (que significa que el impuesto cobrado por el gas sería de 18 por ciento). Y Petrobras ya venía explorando petróleos antiguos hacía más de cinco años. Por eso, cuando el compañero Lula preguntó al compañero Evo ‘por qué usted entró en la Petrobras’, Evo le dijo que fue por eso. Y Lula entendió. La inmensa mayoría no entiende porque no sabe”.

Dijo que en esa época, mucho antes de la nacionalización de los activos del sector que fue en 2006, se hablaba de que las reservas de gas de Bolivia eran de 11,5 trillones de pies cúbicos (TCF por sus siglas en inglés). “O sea que era una reserva espectacular. Resulta que ahora se habla que hay reservas de 7 TCF, 6,5 TCF. ¿Qué significa eso? ¿Desaparecieron o es una maniobra de las multinacionales? Sabemos que existe gas. Pero no tenemos información porque quien tiene esa información son las empresas privadas que, al ser nacionalizadas, se llevaron la información. El gas desapareció porque nosotros no tenemos la información? No”.

Ante el comentario y consultado sobre si cree que Petrobras sabe dónde hay gas en Bolivia respondió “¡Claro que sabe! ¿Cómo no va a saber?” y afirmó que varios exejecutivos de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) trabajan en Petrobras.

Dijo que “(antes de la estatización) YPFB era una empresa exitosa que tenía los mejores técnicos en materia de hidrocarburos. ¿Qué hicieron esos técnicos? Se fueron para las empresas privadas. Y quien captó la mayor cantidad, obviamente, fue la Petrobras porque tiene más intereses, más exploración”.

Consultado si, sobre el supuesto de que Petrobras supiera donde hay gas, eso pudiera arreglarse entre los presidentes de Bolivia y Brasil, respondió que “no, sobre una premisa” y añadió que “yo no puedo saber. Usted puede saber porque es periodista. Yo soy embajador de Bolivia. Lo que yo digo es oficial. Lo que yo me pregunto es si desapareció el gas que estaba allá. Yo no sé si se evaporó. ¿Por qué decían que había una cierta cantidad de gas y hoy hay otra cantidad? Por qué ahora hay un Gobierno nacionalista? Porque hay un Gobierno que demandó la propiedad de los hidrocarburos? Entonces, es un problema de juego y de las multinacionales. Y, compañero, las multinacionales son muy poderosas. Si usted publica una cosa que no les conviene, una multinacional compra su periódico sólo para despedirle”.

Renovación de contrato

Acerca del estado de las negociaciones para la renovación del actual contrato de compra y venta de gas natural entre Bolivia y Brasil, que vence en 2019, Justiniano recordó que se firmaron contratos intermedios y especiales y puso como ejemplo el firmado el mes pasado entre Petrobras y YPFB para proveer del energético a la termoeléctrica Mario Covas, en Cuiabá. El contrato interrumpible, vigente hasta diciembre de 2016, fija el precio en 10,24 dólares por millón de BTU. Por cada día de cumplimiento hay un premio de 2 por ciento y por semana de cumplimiento hay un 5 por ciento de incremento.

“Son términos interesantes porque, en el caso de que Bolivia no pueda cumplir, (…) tampoco será castigada. Y eso es un buen presagio”, afirmó.

Bajo esas consideraciones, Justiniano afirmó que el contrato a renegociar tendrá un modelo similar.

“Creo que el próximo contrato a ser firmado en 2019 tiene que tener esa característica porque Brasil necesita de más gas. Está siendo discutido. Estén en las conversaciones preliminares. Aunque Brasil tenga todo el pre-sal que tenga, siempre estará comprando gas de Bolivia porque su centro de mayor producción agrícola e industrial está cerca de Bolivia. Más del 50 por ciento del gas consumido por la industria de Sao Paulo viene de Bolivia. Brasil siempre va a necesitar comprar más gas”, afirmó.

Petrobras opera en el país hace unos 17 años. Sus actividades de exploración y producción se realizan en los departamentos de Tarija y Chuquisaca.

A principios de agosto pasado, Petrobras, al igual que Total, cedió al Gobierno sus acciones en Transierra con lo que YPFB  asumió el control mayoritario de la empresa al tener el 55,5 por ciento de las acciones.  

Relación con Lula era más fuerte

El embajador Jerjes Justiniano dijo que hubo un cambio en las relaciones entre el Gobierno de la presidenta Brasileña, Dilma Rousseff, y el presidente Evo Morales, con respecto a la relación con el expresidente Lula da Silva.

“Son dos estilos diferentes. El señor Lula tenía una política y un estilo de hacer política. La señora Dilma puede seguir en la misma filosofía, pero tiene otro estilo, otra forma de encarar las cosas. Esa es la diferencia. Pero, las relaciones siguen siendo buenas”, afirmó. Sobre cuál era esa diferencia de estilos, dijo que el de Lula era muy personal y el de Dilma es muy técnico.

“Lula tenía un problema con Bolivia, pegaba un telefonazo y decía: ‘Oye Evo, qué está pasando?’ La señora Dilma, no. Utiliza los canales diplomáticos, utiliza los canales formales. Mi Presidente se dio muy bien con su Presidente (Lula) (…) porque tienen ese estilo de gobernar directo, son hombres directos, de acción directa, de hombres que pegan una llamada y se hablan, de hombres que se comunican, de hombres que consideran la amistad como un paso fundamental. Brasil y Bolivia eran mucho más fuertes cuando estaban ambos presidentes, por la amistad de ellos. No quiero decir que hayan dejado de ser amigos. Sólo que son dos estilos diferentes”.

Rousseff va a la reelección en su país y Justiniano evitó referirse a la candidata opositora, Marina Silva.