“La unidad es clave para reactivar la economía”

Por Carlos Rodriguez San Martín
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CNC cámara nacional de Comercio
Foto: Marcelo Iturriaga | Revista Dat0s

Durante el año que ocupó la presidencia de la Cámara Nacional de Comercio (CNC) se potenciaron los acuerdos binacionales para reactivar la economía. Dice que tiene fe en Bolivia y que “las condiciones están dadas para sentarse con el Gobierno y conversar”.

Mario Paredes, presidente saliente de la CNC, el gremio que aglutina a más de 10.000 empresas de Bolivia, llega puntual. Una gran virtud. No es la primera vez que las manillas del reloj coinciden con la hora de la cita. Apenas llegar dice que ha sido un orgullo alcanzar el principal sitial de la organización cotizada por el empresariado. Ese orgullo, además, tiene una segunda virtud: la sencillez. Paredes atiende los requerimientos del día a día sin fatiga y con una apertura descomunal.

Ya ocupó anteriormente cargos directivos en la CNC. Fue fundador en 2015 de la Cámara Boliviano Paraguaya y tiene a su cargo el manejo de tres empresas que representa en Bolivia, dos que han sido creadas por iniciativa propia en el campo de la construcción, la fabricación de peltre y el sector eléctrico. Con las cinco ha incursionado en los mercados Paraguay, Uruguay y Perú. Es, además, hace 15 años, Cónsul de la República de Malta en Bolivia.

El diálogo, resumen del año que ha cumplido al frente de la institución, no está alterado por las exigencias de la formalidad. Hablamos sin establecer enunciados definitivos en un período de transición; la “nueva normalidad”, como se la conoce tras la pandemia que alteró los códigos de atención que demanda la industria: El teletrabajo, la digitalización, la insoportable angustia de las estridencias detrás de las mascarillas, la complicada apuesta que imponen las redes sociales y, de yapa, un cherry amargo sobre el pastel: La guerra en Europa.

Las variables de la cotización del dólar, la inflación que los burócratas combaten subiendo las tasas de interés. No son pocas las cosas que ha impuesto este cambio de era. El mundo es un avispero en el que nadie es indiferente a las cosas y a las no cosas.

¿Cómo se enfrenta todo este torrente de cambios?

Asumimos la cámara en momentos de grandes cambios, el país acababa de salir de la crisis política y de la pandemia a la que se sumó la guerra en Europa. Lo que se ha hecho es hacer ajustes internos en la institución. Diseñamos un modelo inédito para reactivar las cámaras binacionales que ayudaron a generar una visión integral del cambio. Reactivamos esa relación para generar oportunidades a nuestros afiliados. La relación con las cámaras binacionales, sufrían un letargo. El propósito fue que empresarios extranjeros lleguen a Bolivia para generar oportunidades de inversión. El primer resultado se vio con la Cámara Boliviana Paraguaya con la transferencia de tecnología para el sector ganadero. Este intercambio permitió mejorar la carne de exportación; con la agroindustria nos permitió mejorar la producción de soja con valor agregado. En este momento Bolivia vende grandes volúmenes de soja para la industria avícola en Perú y la soja en grano que se exporta a Europa. Esa misma relación ha servido para reactivar la inversión extranjera con las cámaras de México, Chile, Colombia, Ecuador, Brasil, Argentina, con las que trabajamos para agilizar el comercio internacional y generar divisas. Hemos trabajado en abrir mercados para nuestros productores.

CNC. Mario Paredes

Mario Paredes. Presidente de la CNC | Foto: Marcelo Iturriaga /Revista Dat0s

Nos imaginamos que ha sido un periodo rico en contactos, sin embargo, no deja de ser desafiante a futuro.

El gran desafió es dejar de depender de la producción de alimentos que vienen de Europa. La guerra ha ocasionado un incremento en el precio de los granos. Hemos trabajado en la CNC tendiendo puentes con el Gobierno para hacer sugerencias técnicas para que Bolivia incremente su producción alimentaria y nos volvamos exportadores de alimentos. Se han trabajado alianzas de cooperación con el Banco Mundial, el BID, la Cooperación Europea, la CAF con el objetivo de financiar proyectos e incrementar nuestra producción.

Se dice que somos una región de muchas oportunidades, ¿cree que nuestra riqueza permite obtener resultados en la producción alimentaria y en otros rubros?

Creemos que sí, hemos visto resultados. Una de las sugerencias que hemos planteado al Gobierno es la mecanización de agro. Vuelvo a citar a Paraguay que tiene grandes extensiones que se cultivan satelitalmente las 24 horas al día.

Otro desafío es la digitalización que conlleva inversión, recursos en capital humano especializado y adaptación, ¿cómo se ha encarado este aspecto?

La tecnología que las empresas íbamos a adaptar de aquí a 10 años se ha tenido de adaptar de manera casi inmediata. La tecnología digital ha tenido que adelantarse a ciertos procesos que iban a tomar tiempo.

Una palabra muy empleada en el mundo de los negocios son las “alianzas” que permiten una relación fluida entre la empresa privada y el Gobierno. ¿es compleja esta relación en Bolivia?

Lamentablemente no están echados todos los puentes de comunicación con el Gobierno. Ellos tienen una política excluyente hacía el empresario privado. Nosotros estamos abiertos a sentarnos en las mesas de trabajo para sugerir políticas de reactivación. No podemos olvidar que el empresariado trae inversiones al país, es el que sugiere como se puede flexibilizar una inversión y como se puede generar seguridad jurídica. Esperamos sentarnos pronto con el Gobierno para afianzar nuestra relación en otros campos.

¿En qué áreas y en que otros campos se espera consolidar esa relación?

Estamos trabajando en la lucha contra el contrabando, se han firmado convenios vislumbrando formas de elaborar políticas de Estado para combatir uno de los problemas más graves que afectan a la economía boliviana.

¿Cómo ve el clima de las inversiones a Bolivia?

Normalmente se hacen comparaciones con los países que nos rodean y de acuerdo a las estadísticas Bolivia tiene falencias que no la hacen atractiva a la inversión extranjera. Tenemos impuestos muy altos, restricciones de conectividad y mucho papeleo para ingresar productos y capitales a Bolivia, la ley laboral es muy ruda, esto somete a los inversionistas a normas muy rígidas.

¿Siendo positivos cree que se pueden flexibilizar ciertas normas?

Sí, sobre todo ahora que el país necesita divisas pensamos que están generadas las condiciones para sentarse con el Gobierno y conversar. Bolivia es muy rica en recursos naturales, somos un país atractivo, enorme y plagado de riquezas. Esto nos obliga a todos a sentarnos y dialogar. El empresariado en general siente que es necesario hablar. Un tema que nos preocupa es que apenas el 20% de la actividad productiva en Bolivia -el que paga impuestos, ofrece fuentes de trabajo seguras, el que cumple los reglamentos y las normas- es legal, el restante 80% es informal; maneja dinero sin rendir cuentas al Estado, no paga impuestos y no genera empleo. La visión de los industriales es aglutinarnos para mejorar la economía.

¿Cree que ha llegado el momento de hacer una pausa para reformular el modelo económico del Gobierno?

El modelo basado en la economía nacional no es malo, no es un modelo que provoque crisis, es un modelo estable que ha mantenido cifras razonables de inflación, un crecimiento regular y ha generado estabilidad, no se puede condenar lo que está caminando de esa forma. Los cambios se producen de manera natural cuando la economía anda mal, cuando hay riesgo. Quiere decir que cuando las condiciones para trabajar se alteran, la repuesta en la población es natural y automáticamente se produce el cambio; eso no se presiona, es una reacción natural del pueblo. No se puede pensar en este momento que cambiado el modelo vamos a mejorar, de repente lo que necesita la política económica del Gobierno es ampliar sus horizontes para mejorar la relación con el empresariado.

En la relación fluida que la CNC ha mantenido con las cámaras binacionales, ¿cómo ven los actores internacionales la relación con el país y su economía?

Hay gente que viene a invertir, hay prueba de ello, pero en este momento a Bolivia se la ve riesgosa. Con la cámara mexicana logramos que lleguen al país empresas mineras de gran porte que han hecho adjudicaciones y están trabajando, las empresas españolas también invierten, sabemos que hay empresas chinas en Bolivia. Hay empresas que llegan, tienen fe e invierten, pero en general existe temor, ven cierto riesgo de invertir en Bolivia porque la seguridad jurídica no está plenamente garantizada.

“Cuando las condiciones para trabajar se alteran, la respuesta en la población es natural y automáticamente se produce el cambio; eso no se presiona, es una reacción natural del pueblo. No se puede pensar en este momento que cambiado el modelo vamos a mejorar, de repente lo que necesita la política económica del Gobierno es ampliar sus horizontes para mejorar la relación con el empresariado”. Mario Paredes. Presidente de la CNC

¿Cuál es el peligro de que se vea a Bolivia como país de riesgo?

Hay normas muy agresivas como la parte impositiva y la ley laboral, el inversor que llega a Bolivia ve el contrabando como una competencia desleal. Son algunos temas que influyen enormemente en la decisión final de invertir en el país. Un empresario extranjero que quiera invertir en Bolivia teme que el contrabando perjudique los precios, provoca temor y retrasa cualquier decisión.

¿Qué saca en limpio de su presidencia en la CNC?

Hemos abierto brechas, hemos visto con mucha atención y agrado que organismos de cooperación internacional mantengan interés de trabajar con Bolivia. Hemos firmado convenios con la Unión Europea para favorecer a los agricultores de la zona del Altiplano y Los Yungas; se han logrado donaciones de fondos para mejorar la producción de miel de abejas, un producto muy apetecido en el mundo. Se ha firmado un convenio específico para mejorar la producción de la apicultura. Hay otros convenios sobre la producción de cítricos, castaña y proyectos de esa naturaleza. Se han firmado proyectos mineros con otras entidades para la prospección de minerales específicos. Hemos coadyuvado para llevar productos hechos en Bolivia a mercados internacionales, es el caso de la empresa Quantum de carros eléctricos que ha ingresado con una fábrica en México; lo mismo con la producción de medicamentos. Debemos conseguir que la producción que se hace en Bolivia se venda afuera.

¿Existe temor del empresariado de quedarse al margen de grandes inversiones en las que puede participar como en el caso del litio?

Las grandes inversiones han sido tomadas por el Gobierno sin la participación del empresariado local; quizá a través de asociaciones internas entre nuestras empresas, pero de momento no hay una activa en la que los empresarios locales estemos participando.

¿La última cumbre de países iberoamericanos ha recomendado avanzar en alianzas público privadas?

La mayor parte de las inversiones exigen alianzas público privadas; hemos tenido experiencias de este tipo con los gobiernos departamentales y municipales, pero no con el Gobierno nacional. Nuestros asociados han firmado acuerdos en la construcción de avenidas, luminarias, la construcción de centros para el acopio de la basura con tecnología de punta; las alcaldías tienen una gran apertura a las alianzas público privadas. Un ejemplo es la APP para potenciar la Feria de Cochabamba (FEICOBOL) que han firmado la alcaldía y la cámara departamental con una inyección de seis millones de dólares. En Tarija, la construcción de un Mall que involucra al municipio y al sector privado. Pero faltan hacer inversiones de mayor envergadura para construir carretas, vías férreas, infraestructura aeroportuaria en alianza con el Gobierno.

¿Se han identificado prioridades?

La reactivación del turismo es una de ellas. Se trata de una industria que reactiva la economía porque involucra a muchos rubros: hotelería, agencias de viajes, líneas aéreas, gastronomía, arte, transporte, comercio, etc. El turismo es vital para la reactivación. Pero necesitamos mejorar nuestra infraestructura aeroportuaria para captar turismo de alta gama; el aeropuerto de La Paz requiere resellar la pista de rodadura para que ingresen aviones de gran tamaño. Es lamentable que se hayan suspendido los vuelos de Cuzco a La Paz. Si se mejoran las condiciones del aeropuerto de El Alto, podemos comenzar a hablar de reactivar la economía.

¿Quiere decir que Bolivia tiene condiciones para la reactivación?

Los empresarios hemos apostado por Bolivia y aquí nos vamos a quedar. Personalmente hemos diversificado nuestras actividades, pero el centro esta acá, aquí me quedo porque tengo fe en Bolivia.

 

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