Bruselas propone abrir la UE a los viajeros vacunados

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Foto: Albert Garcia /El País

A medida que progresa la vacunación en el planeta, la Comisión Europea cree que ha llegado el momento de comenzar a reabrir las fronteras exteriores de la Unión Europea (UE). Con la mente puesta ya en la temporada de verano, y en la reactivación del mundo que conocíamos y quedó detenido en marzo de 2020, Bruselas ha aprobado este lunes un proyecto de recomendación para que los Estados miembros levanten las restricciones a los viajes no esenciales para las personas vacunadas que acudan a la UE. La decisión, según el Ejecutivo comunitario, ha sido tomada a partir de los últimos dictámenes científicos que muestran que la inmunización ayuda a romper la cadena de transmisión. La idea es que esta propuesta, que deberá acordar el Consejo Europeo, el órgano que representa a los 27 Estados miembros, debería estar aprobada a finales de mayo, para entrar en vigor a principios de junio, según fuentes de la Comisión.

La medida, que avanza en paralelo al llamado Certificado verde digital, también conocido como pasaporte vacunal y destinado a derribar los muros del coronavirus dentro de la UE, propone que los países “deberían levantar la restricción temporal de los viajes no esenciales a la UE con respecto a los nacionales de terceros países (…) que hayan recibido la última dosis recomendada de una de las vacunas contra la covid-19 autorizadas en la UE”, al menos 14 días antes de entrar en la zona Schengen. La regulación, en cualquier caso, también pretende ir un paso más allá en la apertura, abriendo las fronteras a los viajeros de terceros países donde la inmunización se haya llevado a cabo con cualquiera de las inyecciones que aparezcan en la lista de uso de emergencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Entre ellas aún no se encuentran la vacuna rusa Sputnik V ni las chinas Sinovac y Sinopharm.

Bruselas busca además reabrir sus fronteras a aquellos países con una tasa de contagios inferior a 100 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, estén o no inmunizados los turistas procedentes de esos territorios. Hasta ahora, la UE recomendaba cerrar el acceso a aquellas regiones extranjeras con más de 25 casos por cada 100.000 habitantes. El objetivo es “ajustarse a la situación actual”, según fuentes del Ejecutivo comunitario, que confía en que el cambio de criterio, inspirado en el asesoramiento científico del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), permita ampliar “de forma significativa” la lista de países candidatos a acceder a territorio europeo, hasta llegar a cerca de un centenar de Estados en el momento en que la nueva regulación sea aprobada, al borde ya del verano. Con los umbrales actuales de la UE solo siete países tienen permitida la entrada para viajes no esenciales.

Una fuente comunitaria asegura que Israel estaría “seguro” en esta nueva lista, mientras que al Reino Unido habría que ponerle “una interrogación” y, en cuanto a Estados Unidos, “todavía no estaría del todo”, aunque se espera que sí esté en las próximas semanas. El nuevo umbral epidemiológico seguirá combinándose, como hasta ahora, con otros criterios como el ratio de pruebas PCR por habitante y el ratio de positividad de estas pruebas. La medida propuesta por la Comisión tampoco exime a los ciudadanos que viajen de estos terceros países de pasar por otros requisitos adicionales como las cuarentenas a la llegada o las PCR en origen, antes de realizar el viaje.

Del mismo modo que suelen desplegarse las normativas sobre el comercio internacional inspiradas en la doctrina del librecambismo, Bruselas asegura que la nueva propuesta sigue el “principio de reciprocidad”, con lo que espera “tratar de empujar al mayor número de países a abrirse”. Aunque todo indica que en el arranque de las medidas habrá fricciones y problemas para reconocer y homologar certificados de vacunación extranjeros, la Comisión espera que se vaya produciendo poco a poco una “convergencia gradual”.

Freno de emergencia

Bruselas, en cualquier caso, no se fía del todo y prevé que haya baches y recaídas en el futuro, provocadas por nuevas variantes del coronavirus. La Comisión propone reservarse un “freno de emergencia” del que poder tirar cuando el ECDC identifique esas nuevas amenazas que supongan un riesgo epidemiológico para la UE. “Nos permitirá ser más reactivos para anticiparnos a las nuevas variantes”, según un funcionario comunitario. “O si algunas vacunas no funcionan [ante estas variantes]”. La Comisión busca que al activar este gatillo de emergencia “los Estados miembros puedan adoptar, de forma coordinada, medidas urgentes y limitadas en el tiempo para reaccionar rápidamente”, según el texto de la propuesta. La intención es que el mecanismo permita reimponer de forma apremiante restricciones a las entradas desde los países afectados, pero fijando un enfoque coordinado para la UE a través del Consejo.