Macron defiende la polémica reforma de pensiones en Francia

France 24
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Foto: AFP/Christophe Simon

En medio de las fuertes protestas luego de que el Gobierno francés aprobara el aumento a la edad de jubilación sin pasar por la Asamblea Nacional, el presidente Emmanuel Macron reiteró este 22 de marzo la implementación de la reforma pensional y aseguró que se hará a finales de 2023. Asimismo, el mandatario defendió la continuidad de la primera ministra Élisabeth Borne, después que la Administración superara dos mociones de censura.

“Esta reforma es necesaria”. Con estas palabras el presidente de Francia, Emmanuel Macron, defendió la instauración de la impopular reforma a las pensiones, que principalmente busca aumentar de 62 a 64 años la edad de jubilación.

El mandatario fue más allá y aseguró que su Gobierno está listo para implementar la normativa a partir del último trimestre de 2023.

“No hay cien soluciones si queremos que el sistema de pensiones esté equilibrado, ya no lo está y cuanto más esperemos, más empeorará (…) Y le digo esto a los franceses, no disfruto hacer esto, hubiera preferido no hacerlo, pero también es por un sentido de responsabilidad que expresé mi compromiso de hacer esto frente a ustedes”, remarcó el mandatario.

Estas declaraciones se produjeron en la primera entrevista del presidente con la televisión local, luego de que el pasado 16 de marzo su Gobierno avalara la enmienda con la aplicación del artículo 49.3 de la Constitución, por lo que la iniciativa quedó exenta de ser sometida a votación en la Asamblea Nacional, la Cámara Baja del Parlamento, donde la derecha no cuenta con mayoría.

El jefe de Estado subrayó que tomó la decisión para optar por el interés nacional por encima de la popularidad.

“No estoy deseando ser reelegido, no puedo serlo, como dice la Constitución, pero, entre las elecciones coyunturales y el interés general del país, elijo el interés general. Y si al final tengo que soportar la impopularidad hoy, lo soportaré”, destacó.

El Ejecutivo defiende que la medida es crucial para evitar el colapso del sistema estatal de pensiones y garantizar que las poblaciones más jóvenes no asuman la carga de financiar a las generaciones mayores.

Macron hace hincapié en que se trata de ahorrar y prevenir déficits en las próximas décadas.

Sin embargo, la reforma  también apunta a adelantar a 2027 la exigencia de cotizar 43 años para obtener una pensión y no 42 años como ocurre hasta ahora.

Además, el texto eliminaría los privilegios de jubilación que disfrutan algunos empleados del sector público, como los trabajadores del Metro de París.

Pero más allá de esta iniciativa de ley, el mandatario también se juega la posibilidad de aplicar parte esencial de su programa de Gobierno con el que prometió reactivar las finanzas de la segunda economía de la Unión Europea. Planes centrales para Macron en su segundo mandato, tras ser reelegido el año pasado.

Macron defiende la continuidad de la primera ministra Elisabeth Borne

El líder del Elíseo también ratificó que mantendrá en el cargo a su primera ministra Élisabeth Borne. Esta es una de las principales presiones de la oposición, pese a que la Administración de Macron superó dos mociones de censura el pasado lunes 20 de marzo.

“Ella tiene mi confianza para conducir a este equipo gubernamental”, subrayó Macron, en diálogo con los periodistas de ‘TF1’.

Pero ante las reticencias de las bancadas opisitoras, el mandatario remarcó que Borne “ahora tiene que ganarse la confianza del Parlamento, así como de nuestras instituciones”.

Los desafíos para el Gobierno son enormes. Su proyecto bandera ha sido aprobado, pero con un alto costo político y la inconformidad de la mayor parte de los ciudadanos.

Según varias encuestas, dos de cada tres franceses rechazan la reforma pensional.

El mandatario también aseguró que respeta las manifestaciones ciudadanas, pero señaló que no tolerará actos violentos.

Macron comparó los disturbios en París y otras ciudades del país en medio de las movilizaciones con la violencia registrada en el Capitolio de Estados Unidos en enero de 2021, cuando una turba de simpatizantes del entonces presidente Donald Trump irrumpió en el lugar en momentos en que los legisladores ratificaban la victoria en las elecciones presidenciales de Joe Biden.

“He dicho que no toleraremos ningún mal comportamiento. Nos aseguraremos de que se pueda reanudar una vida lo más normal posible frente a los pocos que bloquean las actividades diarias. Pero también depende de nosotros, de mí como líder del Ejecutivo, para tratar de escuchar la ira legítima, que una vez más no es la violencia, sino que se ha expresado en medio de la disidencia”, sostuvo el líder del Elíseo.

El Ejecutivo francés insta a las empresas a mejoras laborales y salariales

En medio de la defensa de la norma, el presidente anunció que pediría a su equipo gubernamental trabajar en un sistema que establezca una “contribución excepcional” de las empresas a sus empleados cuando obtengan grandes beneficios.

En este sentido, el mandatario instó a iniciativas para mejorar la situación laboral y salarial de los empleados a lo largo de la nación.

“Cuando tengamos empresas grandes, que tengan ingresos tan excepcionales que  terminen usando este dinero para recomprar sus propias acciones, entonces le pediré al Gobierno que pueda trabajar en una contribución excepcional para que con este dinero sus trabajadores puedan beneficiarse y que haya una distribución justa”, declaró el jefe de Estado.

Entretanto, la enmienda sigue siendo estudiada en el Tribunal Constitucional, después de que el martes 21 de marzo el partido de extrema derecha Agrupación Nacional (RN) interpusiera un recurso ante el Consejo Constitucional.

El objetivo es que “ese texto caiga en el olvido de la historia y sea tirado a la basura”, señaló Thomas Ménagé, vocero de esa bancada dirigida por la excandidata presidencial, Marine Le Pen.

Aunque la aprobación de la reforma fue hecha a través de un mecanismo constitucional, la oposición política, miles de ciudadanos y sindicatos la consideran una medida antidemocrática, lo que ha elevado la ira en las calles.

Por lo pronto, los sindicatos y opositores no desisten y anuncian más protestas. La intersindical convocó a una nueva jornada de huelgas y manifestaciones en Francia contra la reforma de las pensiones para el jueves 23 de marzo.

Con Reuters y AFP