Declaración de Tiquipaya apoya demanda marítima

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Foto: Página Siete

La Declaración de la Conferencia mundial de los pueblos sobre cambio climático y defensa de la vida, realizado en Tiquipaya, determinó, en uno de sus puntos, apoyar la demanda boliviana contra Chile, por un acceso soberano al océano Pacífico.

“Impulsar el acceso soberano al mar del pueblo boliviano, apoyando la demanda marítima en la Corte Internacional de La Haya para generar el espacio de diálogo que resuelva los temas pendientes entre los hermanos países de Bolivia y Chile”, señala parte de la Declaración. En abril de 2013, Bolivia presentó formalmente una demanda contra Chile en La Haya en busca de una salida al mar.

El país reclama una salida propia al océano Pacífico, toda vez que desde la guerra de 1879 perdió 400 kilómetros de costas y 120 mil kilómetros cuadrados de territorios ricos en recursos minerales. En septiembre de este año la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya rechazó la objeción de incompetencia presentada por Chile y con 14 votos a favor y dos en contra se declaró competente para atender la demanda marítima.

La Declaración de Tiquipaya también reconoce para los pueblos “el derecho humano al mar”, que no solo debe contemplar la libre navegación y aprovechamiento de los recursos marinos, sino que “debe significar el derecho a un acceso real y soberano de los países enclaustrados por causa de la guerra injusta, la invasión y las prohibiciones injustificadas de los países tránsito para el uso de los puertos”.

“Las guerras también han sido empleadas por las corporaciones transnacionales para arrebatarles el mar a los pueblos atentando contra su derecho al mar”, señala en otro punto. La Declaración, que se enmarca en el modelo de civilización del Vivir Bien, “reúne nuestro pensamiento y sentimiento, y es nuestra propuesta para las negociaciones internacionales de las Conferencias de Partes de Naciones Unidas sobre cambio climático, medio ambiente, desarrollo sostenible y otros escenarios relevantes, así como para la agenda permanente de los pueblos para la defensa de la vida”.

El documento representa “una propuesta consensuada de los pueblos del mundo” para ser presentada a la comunidad internacional y a los gobiernos del mundo para preservar la vida y contra el cambio climático, “como una respuesta urgente a un fallido sistema capitalista y modelo civilizatorio que son la causa estructural de la crisis climática en el mundo”