Para el presidente Evo Morales, lo bueno de los ocho años de gestión de su gobierno fue la nacionalización de los hidrocarburos y otros récords, y lo malo, los contratos incumplidos como el caso del Mutún y la carretera fallida por el TIPNIS.
En cambio, para el candidato a la Presidencia del MSM, Juan del Granado, lo más sobresaliente fue la inclusión social y lo peor, la corrupción comandada desde Palacio.
El principal dirigente del Frente Amplio (FA), Samuel Doria Medina, coincidió en que lo mejor fue la inclusión y lo malo, la oportunidad perdida para salir de la pobreza.
Morales, en entrevista con el diario El Deber, manifestó que las empresas que operan en el país dejaron su rol de patrones, el país pasó a un estado plurinacional y que la redistribución de la economía se convirtió en un derecho colectivo.
Del Granado, en entrevista con ERBOL, ponderó el esfuerzo del Estado para romper la marginación de las mayorías y la lucha contra un racismo de una “Bolivia colonial que se arrastra desde hace 500 años”.
Entretanto, Doria Medina, dijo a ERBOL que el MAS tenía un buen aparato comunicacional, pero en medio de “despilfarro de recursos”. El mandatario indígena este miércoles 22 de enero cumplirá ocho años de labor e ingresa a la etapa final de su segunda gestión. En octubre participará en las elecciones generales, no obstante que había asegurado que renunciaba a un tercer mandato.
Inclusión social
Tanto el Primer Mandatario como los dos principales jefes políticos opositores coincidieron en afirmar que el tema de la inclusión social se convirtió en el punto de inflexión de las dos gestiones consecutivas del MAS.
Morales Ayma dijo que es un cambio positivo en un periodo democrático, lo cual repercute en todos los ámbitos de gobierno. “Pasar de un Estado colonial a un estado plurinacional. Imperaban los intereses de grupos y no del pueblo. Ha costado, ha sido importante la paciencia y, sobre todo, el compromiso con una meta del movimiento indígena campesinos de cambiar y se logró un cambio en democracia”, afirmó.
El líder del MSM -por su lado- admitió que sí hubo esfuerzos para cambiar la mentalidad de la gente y mirar más de cerca la realidad de las distintas nacionalidades “La inclusión mayor, la superación de estos elementos como el racismo colonial (que) nos dejó (desde) hace 500 años. En estos años se está avanzando en esta dirección de tener un país donde las diversas culturas y pueblos seamos parte del mismo país”, dijo.
El empresario del cemento sostuvo que esta línea de acción debe continuar por el bien de la nación. “Continuando con un proceso, la inclusión se avanzó más aceleradamente en estos años, aún cuando sea en el campo simbólico. Hay participación de sectores campesinos y es un proceso que debe continuar. Hay que hacer que los aymaras y guaraníes se integren con la clase media”, confió.
El Presidente -entre los temas positivos de su gestión- también mencionó el salto cualitativo en la generación de recursos para el Estado, a partir del año 2006. Puso como ejemplo que en 2013 la renta petrolera se cerró con más de $us 5.500 millones. Sin embargo, Samuel Doria Medina recordó que esas cifras son a consecuencia de los altos precios en el mercado internacional y el dinero que paga Brasil por la exportación a Brasil.
“Otro resultado es la reducción de la pobreza. La estabilidad económica, política y social. Siempre hay problemas, pero convulsión hasta querer cambiar presidente, no hay argumentos. La estabilidad económica no solo es para los bolivianos, sino que levanta la imagen del país”, dijo Evo.
TIPNIS y Chaparina
Doria Medina y Del Granado aplazaron la gestión del MAS en varios acápites, identificando el tema TIPNIS (Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure) y su relación con los indígenas como uno de los más complicados. El representante del Movimiento Sin Miedo cuestionó su “conducta autoritarista” y el impulso del divisionismo en el movimiento indígena.
“Una de las fracturas que echaron por la borda el cambio es en el tema indígena, ahí tenemos Chaparina, el TIPNIS, la invasión a las áreas protegidas y esa acción divisionista”, manifestó. El conductor de Unidad Nacional dijo que el MAS aprobó muchas leyes, pero que nunca asumió su rol de ser ejemplo para acatarlas. “Yo creo que es un rasgo muy claro. El propio presidente ha violado la CPE. Está claro que se aplica las leyes para los enemigos del gobierno y eso generó un contexto de inseguridad jurídica. El gobierno puede tomar la decisión que le venga en gana”, espetó.
En su descargo, Morales Ayma identificó como un error la falta de información a la ciudadanía y a una mala lectura de contexto en su intento de construir una carretera que parta en dos un parque natural. “No me he equivocado en decir que hemos pasado de la media luna política a la media luna indígena. Fue un error que primero no se haya informado para después plantear el tema. Tenía confianza en que algunos dirigentes y ecologistas fundamentalistas no iban a tener mucha influencia. Paramos, entendimos, pero esto ha sido por más razones políticas que por reivindicaciones de la zona”, sostuvo.
“Comandante de la corrupción”
El exalcalde paceño calificó a Evo Morales como “Comandante de la corrupción y dijo que le sobraban ejemplos. “La corrupción en contra de la ética. Desde el palacio de gobierno hasta el último funcionario restablecieron esto. La contratación sin licitación lo hace Evo Morales. Hay macrocorrupción en el país. Evo es el comandante de la corrupción, está a la cabeza de un régimen corrupto”, afirmó.
En el análisis de ocho años de gobierno, por su lado, el representante de Unidad Nacional sostuvo que se perdió la oportunidad de resolver los problemas del país y que la gente se cansó del autoritarismo. “La gente está cansada con la prepotencia y el autoritarismo. Hay la sensación que son los dueños del país y dicen que se van a quedar. Los bolivianos (otra vez en las elecciones) no le van a dar cheque en blanco a nadie, tendrá que haber una diferencia entre el primero y el segundo. En el congreso tiene que haber debate”, concluyó.
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