Coco Chanel, la diseñadora que triunfó aliada a los nazis

Por Redacción dat0s con Agencias
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La vida de la diseñadora que nació el 19 de agosto de 1883 en Saumur, Francia, giró en torno a intereses políticos y sobre todo financieros. Cómo construyó el imperio de diseño de moda y perfumería que la convirtió en una de las mujeres más ricas del mundo.

Coco Chanel, la mujer que cambió la moda para siempre falleció en París, un 10 de enero de 1971, considerada un ícono de la moda, la perfumería y la única diseñadora que figura entre las 100 personas más influyentes del siglo XX de la revista Time. Muchos documentos de la época en que vivió apuntan que culminada la Segunda Guerra Mundial buscó refugió en Suiza para salvarse de las acusaciones que la apuntaban como espía del Ejército alemán. Gabrielle Chanel, mantuvo una estratagema pública como enemiga de judíos y homosexuales lo que le valió un reconocimiento en pleno Holocausto. Los propietarios judíos de la marca Wertheimer abandonaron Alemania escapando de la persecución nazi. Ella no desperdició esa oportunidad. Con ayudada de oficiales alemanes se refugió en el excentricismo del Hotel Ritz donde vivió por décadas construyendo lo que se ha convertido en uno de los más grandes imperios de la moda.

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Chanel, fue a lo largo de los años no solo reconocida por el imperio que creó en parte gracias a golpes de suerte. En 1939, al comienzo de la Segunda Guerra Mundial cuando Alemania invadió Polonia, los propietarios judíos de la compañía se vieron obligados a escapar para evitar ser detenidos por el Ejército alemán. En esas circunstancias Chanel utilizó su condición “aria”, aunque había nacido en Francia, para solicitar a las autoridades alemanas quedarse como única propietaria de la empresa. Cerró todas las tiendas, pero mantuvo abierta la boutique en el número 31 de la rue Cambon con solo perfumes y accesorios disponibles. Con ayuda de oficiales nazis, alegó que no era momento para la moda​ y alrededor de 3000 empleadas que trabajaban para el grupo Wertheimer perdieron sus puestos de trabajo. Al cerrar la casa de moda, confesó públicamente su posición política y comenzaron a circular detalles de su vida personal. El misterio que se mantiene hasta hoy bajo siete llaves es que la diseñadora se declaró enemiga de los judíos y los homosexuales.

En sus posteriores contactos con la élite consolidaron sus creencias. De hecho, compartió con la mayor parte de su entorno que los judíos eran una amenaza bolchevique para Europa. Durante la ocupación alemana, Chanel residió en el Hotel Ritz que se destacó por ser el lugar preferido de residencia de los oficiales militares alemanes de alta jerarquía. Su relación amorosa con Hans Gunther von Dincklage, un oficial alemán que había sido operario de la inteligencia militar desde 1920, posibilitó su estadía en el lujoso hotel.

Estos contactos le permitieron mantener a salvo el negocio porque los nazis incautaron todas las propiedades de judíos y empresas comerciales. Este hecho le permitió ser la única destinataria de las ganancias generadas por su compañía de perfumes y su producto más vendido, Chanel N.º 5.

Chanel Nro 5El 5 de mayo de 1941, valiéndose de la amistad de los jerarcas alemanes Chanel ​escribió una carta al administrador del Gobierno encargado de resolver la enajenación de los bienes financieros judíos. La diseñadora señaló que la posesión de la empresa Parfums Chanel “continúa siendo propiedad de judíos” y había sido legalmente “abandonada” por los dueños. Solicitó entonces: “Yo tengo un derecho indiscutible de prioridad… las ganancias que he recibido de mis creaciones desde la fundación de este negocio… son desproporcionadas y ustedes pueden ayudar a solucionar en parte los perjuicios que he sufrido en el curso de estos años”.

Durante el período posterior a la Segunda Guerra Mundial, el mundo de los negocios seguía con interés y cierta aprensión la lucha legal en curso por el control de Parfums Chanel. La modista no se había percatado de que los Wertheimer, anticipando las medidas nazis contra los judíos, en mayo de 1940 habían otorgado de forma legal el control de la compañía a Félix Amiot, un industrial cristiano y hombre de negocios francés.​ Al finalizar la guerra, Amiot otorgó el control de nuevo a los Wertheimer.​ Las partes involucradas en el procedimiento legal eran conscientes de que la afiliación nazi de la diseñadora en tiempos de guerra dañaría seriamente su reputación y el estatus de la marca Chanel si se hiciera pública.

La revista Forbes resumió el dilema que enfrentaban los Wertheimer: (Es una preocupación de Pierre W.) “el podría destapar las actividades de Chanel durante la guerra y arruinar su imagen y su negocio”.​ Finalmente, los trámites procesales concluyeron con la toma de una decisión de común acuerdo que incluyó la renegociación del contrato original de 1924. ​ El 17 de mayo de 1947, la diseñadora recibió ganancias de las ventas del Chanel N.º 5 en tiempos de guerra, en una suma equivalente a 400 000 dólares.  A partir de ese momento su beneficio económico fue enorme y sus ingresos rondaron los 25 millones de dólares anuales, lo que la convirtió en una de las mujeres más ricas del mundo.

Además, Pierre Wertheimer acordó una disposición inusual propuesta por la propia Chanel en la que aceptó pagar todos los gastos que la diseñadora realizara —desde los triviales a los más costosos— durante el resto de su vida.

Coco Chanel murió el 10 de enero de 1971, a la edad de 88 años en el Hotel Ritz de Paris dejando un legado inconfundible de alta costura, diseño y perfumería. Es la creadora del traje sastre femenino de tweed; vestido negro; bolso 2.55 y el reconocidísimo y más vendido perfume Chanel N°5.