Los militares en retiro (días duros)

Por Carlos Rodriguez San Martín 
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dictaduras militares, Brasil
Foto: Arquivo Nacional/Correio da Manhã

En Chile y Brasil afloran viejos remordimientos de conciencia entre militares de alta graduación ligados a la dictadura.

Después de la brasileña, la dictadura de Augusto Pinochet fue la más duradera en el Cono Sur. Más de 20 años la primera un poco menos la segunda. De eso referiremos en la edición en papel de dat0s. Si en el gigante brasileño la Comisión de la Verdad tuvo un resfrió a punto de volverse pulmonía crónica durante el Gobierno de Dilma Rousseff, vivió su declive definitivo en el mandato del excapitán Jair Bolsonaro que perteneció al feroz comando Ajugas Negras (imagínense por qué), un ala radical dentro de las FFAA del país.

Tras su presidencia (2018-2022) Bolsonaro enfrenta por estos días procesos variados en la justicia que lo investiga por el intento de promover un frustrado golpe militar a comienzos de este año y, entre otros, por la venta de las joyas que recibió cuando cumplía visitas oficiales a otros países en su presidencia. Al mejor estilo Evo Morales, el expresidente brasileño desconociendo procedimientos públicos liquidó los bienes públicos y los puso a la venta, encargo comedido que cumplió un subordinado que fungía como seguridad de apoyo del presidente. “Me dijeron que podía venderlas”, dijo Bolsonaro en su descargó, refiriéndose a las joyas.

El ayudante de órdenes de Bolsonaro, militar de baja graduación, está detenido y los militares que apoyaron el supuesto golpe se tambalean sobre la tela de la araña. Para que los militares brasileños volvieran a los cuarteles en la década de los ´60 tuvieron que correr muchas dádivas y ofrecimientos. Lula, en la misma situación de hace 30 años ha tenido que poner un presupuesto especial para ordenar su retorno a la vida institucional.

Militares condenados en Chile

En el caso chileno se abrió el expediente; siete generales fueron condenados este lunes a penas de cárcel por homicidio calificado tras el golpe de Estado que depuso en 11 de septiembre de 1973 al socialista Salvador Allende. Dilma no es Gabriel -por Boric-; este instaló la Comisión de la Verdad, que condenó a los responsables de varios asesinatos entre ellos el de Víctor Jara y otros compatriotas a golpes y balazos en el Estadio Nacional de Santiago.

Los generales promedian entre 73 a 86 años. Uno de ellos, al no poder soportar el tormento (ironías de la vida), Hernán Chacón (86) se quitó la vida ayer (29/08/23) de un disparo cuando la policía cumpliendo el mandato de la justicia fue a su casa a detenerlo.

Vivos y muertos enfrentan días duros de vivir.

 

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