Reseteando el orden mundial

Por Redacción dat0s
0
593
brics sudafrica, economías emergentes
Foto: @ricardostuckert | Twitter @LulaOficial

Una de las preguntas tras la cumbre de los BRICS es si el movimiento configurará un nuevo escenario en el orden económico global.

La cumbre del grupo fue promocionada como un evento fundamental que podría cambiar los contornos de las relaciones internacionales. No logró nada por el estilo, pero el hecho de que los agravios contra el sistema actual sean tan ampliamente compartidos y que tantos países estén deseosos de desafiar el estatu quo debería servir como una advertencia para Occidente.

La cumbre BRICS, que reunió a los líderes de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, fue promocionada como un evento fundamental que podría cambiar los contornos de las relaciones internacionales. Algunos lo compararon con la conferencia de Bandung de 1955, que sentó las bases para el Movimiento de Países No Alineados (a la cabeza de la desintegrada Yugoslavia, mensaje que habría que tomar en cuenta), mientras que otros anticiparon un movimiento hacia un sistema alternativo de gobernanza global adecuado para un mundo multipolar.

La decisión del bloque de admitir a seis nuevos miembros –Argentina, Egipto, Etiopía, Irán, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos– puede justificar las predicciones de que los BRICS resetearán el orden mundial. Después de todo, supuestamente más de 40 países competían por ser miembros, aunque nunca se reveló una lista formal. Bolivia incluida.

Pero la decisión de expandirse –al igual que el impulso a la desdolarización– equivale a recoger frutos al alcance de la mano. Cuando se trata de los numerosos y espinosos desafíos globales que requieren atención urgente, la cumbre proporcionó pocas soluciones, por ejemplo, en cuestiones ambientalistas y a las desigualdades planetarias. Y se puede esperar que esto continúe: en última instancia, los BRICS siempre han sido más una declaración que una sustancia, y cada miembro los ha utilizado como plataforma para promover sus propios fines. “Una membresía más numerosa e incluso más heterogénea impedirá el consenso sobre todos los asuntos de importancia”, según la analista de temas internacionales Ana Palacio de PS.

Ahora que los BRICS han anunciado que sumarán seis países más –Argentina, Egipto, Etiopía, Irán, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos– hay algunas preguntas que hacerse. No parece haberse tomado basándose en ningún criterio objetivo claro, y mucho menos económico. ¿Por qué, por ejemplo, no se preguntó a Indonesia? ¿Por qué Argentina y no México, o Etiopía y no Nigeria?