Cristina no es Eva

Por Carlos Rodriguez San Martín
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Cristina Fernandez, Eva Perón
Foto: Formosa / CEDOC

La causa del fiscal federal, Diego Luciani, para abrir proceso contra la viuda de Néstor Kirchner ha derivado en manifestaciones de condena. El fiscal ha pedido 12 años de cárcel y que se inhabilite de por vida para ejercer cargos públicos a la esposa de Néstor, Cristina. Luciani la acusa de ser cabeza de una asociación ilícita que funcionó a toda máquina durante sus dos mandatos consecutivos. En la Argentina es sotto voce que la pareja de mandatarios se enriqueció con dinero de la obra pública. Miles de argentinos se concentran todos los días en los alrededores de la zona residencial de La Recoleta donde vive la viuda para vitorearla. Exhiben con las manos en alto la V del peronismo. Vigilias interminables de cientos de devotos de los Kirchner se unieron en demostración de apoyo.

El vértigo es la caladura de la pareja. Néstor gobernó el país de 2003 a 2007. Lo sucedió su esposa Cristina Fernández quien superó al maestro. Ocupó la Casa Rosada durante los dos siguientes mandados, de 2007 a 2014. Juntos permanecieron 12 años en el ejercicio del poder. En 2010 falleció Néstor por infartó del miocardio. Existen casos emblemáticos de ese largo periodo, como los hay en la órbita populista que manejó los destinos de otros países de la región y forjaron sólidas alianzas políticas. Evo Morales en Bolivia, Lula en Brasil, Chávez en Venezuela y los Kirchner en la Argentina a quienes algún funcionario de la administración norteamericana no dudo en mal presentarlos como el “eje del mal”.

Veo la serie Santa Evita de Star +. Los argentinos modelan su historia con una fe devocional increíble a las mujeres y a los caudillos varones también. En una escena de la serie, Juan Domingo Perón la desconecta a Eva Duarte de Perón de su empeño en conseguir apoyo del Congreso para una ley del derecho al voto de la mujer. Perón -fundador del peronismo, la corriente popular más dominante de la política argentina, dos veces presidente, gobernó en total durante 10 años- le recuerda a Eva que él está encima del bien y del mal. Es un aura en constante ascenso. No permite interferencias.

La devoción militante de un relato entre hombres, mujeres incluso sectores militares en éxtasis, que nada tiene que ver con religión profana. Lo de Santa fue el mérito a una fundamentación pasional del cadáver de Eva.

La historia de Star + corresponde a un periodo del mito. La narrativa pecaminosa que deriva en la seducción del cuerpo. Los militares a cargo de la custodia le practicaban necrofilia y acababan condenados y locos. Su cuerpo fue embalsamado y ubicado en la CGT, pero la dictadura cívico-militar secuestró y profanó su cadáver en 1955, ocultándolo durante dieciséis años. Luego de largos años ubicaron sus restos en el cementerio de la Recoleta, cerca del elegante departamento de Cristina.

No hay, paralelismos cercanos entre ambas. La viuda de Perón fue la jefa espiritual de la nación y jamás ocupó funciones de Estado. Su entierro fue un evento multitudinario nunca antes visto en el país. Cristina en cambió exhibe la V en otra dimensión. Ella evitará la cárcel. Sus devotos lanzan consignas: “si la tocan a Cristina, que quilombo se va a armar”. Ella disfruta ahora el imponente baño de masas. Pero, en medio de la multitud no faltan los vecinos del elegante barrio porteño que la llaman “chorra”, el despectivo término para decirle ladrona.

Cristina no es Eva. La movilización es magnánima y recurrente en la conjugación de la verborrea aterradora del mito. Nadie habla de amor en los alrededores del barrio. Los presentes llegados de las villas pobres del Gran Buenos Aires documentaron el excedente probatorio de que no hay medias tintas que compongan un ambiente pesado a naftalina y formol que redita, por increíble que parezca, la ligazón de las masas articuladas por Cristina Fernández de Kirchner.

 

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