El dedo en la llaga

Por Perfil con dat0s
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The Economist, entrevista Milei

El influyente The Economist encuentra tierra fértil para meter miedo sobre el fenómeno Milei. Qué busca la revista más leída entre el establishment internacional.

Uno de los acontecimientos empresariales más importantes en la Argentina son la entrega de los premios Fortuna a cargo del grupo Perfil.

Horas después de la celebración en la Bolsa de Comercio (el lugar de la premiación), The Economist, uno de los medios especializados más leídos por el establishment internacional, le abonó miedo a sus miedos sobre el fenómeno Milei, el más comentado en la entrega. La charla más escuchada -de acuerdo a la prensa- fue Milei, Milei y de nuevo Milei.

The Economist decíamos, calificó a Milei de “un riesgo para la democracia”, un creyente de teorías conspirativas, con “vena autoritaria”, “escéptico del cambio climático”, carente del “temperamento adecuado” y que sugiere “decapitar” a exfuncionarios.

La periodista de The Economist que lo entrevistó durante tres horas, le preguntó a Milei lo que antes le habían preguntado el corresponsal de El País de España y los pocos periodistas argentinos que se atrevieron a incomodarlo con un tema que, hasta hace poco, él mantenía en estricta reserva.

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The Economist: Dicen que sus perros lo aconsejan sobre política y que habla con Conan (su perro muerto).

Mieli: ¿Qué dicen, que mis perros determinan mis estrategias? ¿Que son como un comité estratégico? Bueno, son el mejor comité estratégico del mundo.

TE: Entonces, no lo niega ni lo confirma.

M: Que digan lo que quieran. Veamos los resultados. ¡Si es así, todo el mundo querrá contratarlos! ¡Son geniales!

Milei puede no decir la verdad en otros casos o darle la espalda a quienes lo ayudaron a llegar hasta acá, pero en ninguna de las entrevistas negó sus vínculos extrasensoriales con su amado perro y sus clones. A riesgo de lo que eso significa, en plena campaña, para audiencias más escépticas. Como si se hubiera juramentado no convertirse jamás en el Judas de Conan.

The Economist siembra sobre Milei el miedo de votarlo con el argumento de que el pánico es más contagioso que la peste. Veremos hasta dónde llega su estrategia.