Putin eleva la tensión nuclear

Por El País con dat0s
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Rusia, práctica nuclear, guerra en Ucrania
Foto: Russian Defence Ministry | Reuters

El potencial del conflicto en el mundo sigue siendo muy alto.

La amenaza de una escalada en el conflicto con el uso de armas no convencionales se ha avivado desde el domingo, cuando el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, llevó a cabo una ronda de llamadas con sus pares de Estados Unidos, el Reino Unido, Francia y Turquía, para asegurarles que una bomba sucia podría estallar en Ucrania próximamente.

Indagamos que es una bomba sucia: es el gemido al que nos tiene acostumbrado Zelenski, o sea, algo sucio fuera de combate, lo inapropiado en una guerra. Una bomba sucia, también conocida como arma radiológica, es un explosivo convencional (dinamita, amosal, etc) enriquecido con material radiactivo, que se desprende cuando la bomba estalla. Puede tener el tamaño de una miniatura o ser tan grande como un camión cisterna. Demás está decir que las personas cerca del estallido morirán instantáneamente. Y si sobreviven morirán eventualmente a raíz de la radiación.

Volviendo a lo anterior

Tras cinco meses de silencio, el alto cargo ruso contactó por segunda vez en pocos días con el jefe del Pentágono, Lloyd Austin, y este miércoles también llamó a los ministros de Defensa de dos países socios, China y la India, para advertirles de la misma amenaza. Según la versión del Kremlin, Kiev contaminaría su propio territorio con una bomba con material radiactivo para incitar a una escalada justo cuando sus tropas avanzan en el este y el sur del país. Occidente, en cambio, considera falsa la acusación y teme que Rusia prepare una escalada bélica con el pretexto de que Kiev va a usar una bomba sucia.

En el encuentro de este miércoles, Putin responsabilizó a EE UU de una posible intensificación del conflicto por su apoyo a Ucrania. “La están hinchando de armas”, aseveró el presidente ruso, “incluido armamento pesado”. “E ignoran las declaraciones del régimen de Kiev sobre su deseo de obtener armas nucleares. Sus autoridades hablaron públicamente de ello, no callaron, y existen planes para usar la llamada bomba sucia como provocación”, insistió el mandatario ruso. Efectuaba así una interpretación particular sobre unas declaraciones de Volodímir Zelenski del 19 de febrero, en las que el líder ucranio dio por roto el Memorando de Budapest  -suscrito en 1994 por su país, Rusia, el Reino Unido y Estados Unidos, y más tarde por Francia y China-, en el que Kiev accedía al desarme nuclear a cambio de que estas potencias respetaran su soberanía e integridad territorial, incluida Crimea. Zelenski exigió en febrero garantías de seguridad a los firmantes del memorando, incluido Rusia.

Putin también analizó de forma peculiar una petición que hizo Zelenski el 6 de octubre a la comunidad internacional, de acometer un ataque preventivo sobre Rusia si Ucrania corre el riesgo de ser víctima de una bomba nuclear. Zelenski se refería a una situación en la que se detectara un bombardeo nuclear inminente contra su país, aunque no mencionó en ningún momento que la respuesta contra Rusia debiera ser con armas de destrucción masiva. Kiev desmintió que el presidente aludiera a un ataque preventivo nuclear, como afirmaba la propaganda rusa.

La intensa agenda del día de Putin se completó con un nuevo encuentro con su Consejo de Seguridad por la tarde. Este organismo ha resultado clave en la toma de decisiones relativas a la guerra (el reconocimiento de independencia de las regiones del este, la anexión de las provincias ocupadas, la declaración de la ley marcial en esos territorios…).